No se si ha esto se le puede llamar maratón, porque no he actualizado desde hace dos meses y.... bueno :v Creo que les sigo debiendo un maratón.
-Oh, por Dios -digo dandome inmediatamente vuelta en cuanto saco un pie de la casa, empujando a Travis que está atrás mío-. ¡Está lloviendo!
Travis pone los ojos en blanco.
-Por favor, ¿vas a echar todo por la borda por esto? -dice sonriendo divertido-. Mojate un poco -dice-. No pediremos un taxi.
Levanto una ceja.
-Es buena idea -digo-. Una muy buena idea.
-La casa de Alex no puede quedar tan lejos -dice Travis.
-Queda a una seis cuadras. ¿Sabes lo que significa? -digo.
Travis asiente con la cabeza.
-Si, significan seis cuadras -dice pasando su brazo encima de mi hombro para poder girar la manilla.
-No -digo agarrando su muñeca-. ¡Al menos vamos con paraguas! -digo soltandolo.
Travis se lame los labios.
-Y cuando lleguemos, ¿donde lo colocaremos? Si tenemos que escapar, ¿dónde pondremos el paraguas? Maddy, la idea es pasar desapercibido - sonríe divertido.
Travis pone su brazo encima de la manilla, y abre la puerta.
- Mojarte no te hará mal - dice saliendo de la casa.
Pongo los ojos en blanco.
-Muy bien -digo-. Pero si llego empapada me tendrás que comprar un nuevo chaleco.
-Hecho -dice-. Ahora cierra la puerta.
Cerré la puerta y empecé a correr sin esperar a Travis.
-Maddy, ¿¡que haces!?
Me reí.
-¡No me quiero mojar! -dije volteando la cabeza- ¡Sigueme el paso!
Travis empezó a correr, y yo apresuré el paso.
-¡Alcanzame si puedes!
Obviamente que te va a alcanzar, Madison. Es mucho más rápido que tú.
¡Oh, vocecita! ¡Tú eres yo! ¡Me tienes que alentar! ¡Somos la misma persona!
-¡Te voy a alcanzar! - dice Travis.
-¡No! ¡No lo harás!
Por supuesto que lo hará.
Aflojé el paso cuando mi corazón empezó a latir más fuerte.
Pero aún asi seguí corriendo. Madison no se iba a rendir tan fácilmente.
Oh, bueno... Quizá sí.
Seguí corriendo, y la verdad es que ya no me importaba mojarme. Importaba ganarle a Travis.
-¡Que lento corres! -dijo de pronto pasando al lado mío.
-¡No! -exclamé.
Me ordené a que corriera más fuerte. Pero mis piernas eran divergentes y no me hacían caso.
-¡Vale! -digo-. ¡Tú ganas! ¡Me rindo!
Travis empieza a frenar.
Sonríe divertido.
-Que lenta eres.
Me puse una mano en el corazón y empecé a respirar acertadamente.
-Ten...go pesi...mo estado fi...sico - dije.
-Si, lo noté.
Mi respiración se empezó a restaurar.
-Como sea -dije-. La casa de Alex... - dije mirando a todos lados-. Está ahí - dije sorprendida.
La casa estaba iluminada, y había montones de personas en el jardín con latas de cerveza.
-Entremos- dice-. Por aquí - me toma de la mano y me dirige hacia el costado de la casa, en donde se encontraba en dirección paralela.
Cuando ya nos resguardamos en un arbusto, el mismo en donde me escondí cuando sucedió lo de las bombas de harina, Travis me dice:
-Ahora iré arriba.
Frunzo el ceño.
-¿Cómo?
Travis dirige una mirada hacia arriba de la casa.
-Por la ventana.
-¿Y si te caes?
-¿Crees que me caeré?
Levanto las cejas.
-Okay, vale, vale. No he dicho nada.
Travis sonríe y mira hacia la ventana.
Cambia de expresión repentinamente.
-Pensándolo bien, si lo hago podría matarme.
-¡Ja! Te lo dije.
Travis se ruboriza y entrelaza sus dos manos, en plan para sonarce los huesos.
-¿Que haremos ahora? -digo-. No podemos quedarnos en el arbusto toda la noche.
Travis suelta un suspiro.
-Entra.
Pongo los ojos como platos.
-¿Yo? -digo incrédula.
-Si, tú.
-¿Sin regalo?
Travis entrecierra los ojos.
-Él no se merece regalo alguno.
-Es que mi mamá siempre me enseñó a...
-Maddy -dice.
-Okey, okey -digo levantando las manos-. Tienes razón. Entro. ¿Y después qué?
-Solo... distraelo.
Levanto una ceja.
-¿Distraerlo? No se puede hablar ningún tema con él.
Travis me dirige una mirada amenazadora.
-Bueno, bueno -digo-. Veré que pueda hacer.
Travis sonríe.
-Genial.
Me quedo en silencio esperando que continúe. Como no lo hace decido hablar yo.
-¿Y?
Travis frunce el ceño.
-¿Y qué?
-¿Después qué? ¿Que vas hacer tú?
-Dejámelo a mí -dice-. No te preocupes, en serio. Todo saldrá a la perfección.
Entrecierro los ojos.
-A la perfección -recalca-. Y no me hagas dudar.
-Más te vale que todo salga genial, porque mi casa está más cerca de Alex que la tuya. Y no quiero que me vuelva a visitar denuevo.
Travis pone los ojos como platos.
-¿Denuevo?
-¿Ah? -dije recordando lo que dije hace un segundo-. Ah, eso.
-Sí, eso -dice expectante.
Bajé la mirada, esperando a que se me ocurriera una excusa que decir. Algo rápido y sencillo.
Ah, si. ¿Qué tal decir la verdad?
-Quería que me uniera a una hermandad. O creo que vino para decirme que estaba invitada a su cumpleaños. No lo recuerdo.
-¿Hermandad? ¿No estás unida a una? -dice-. Sería buena idea.
Casi me desmayo.
Travis estaba técnicamente apoyando una idea de Alex.
-¿Te digo algo? ¿Qué te parece si ponemos el plan en marcha?
Travis asiente con la cabeza.
-Exelente idea.
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¡Eres Mío, Crush!
Teen Fiction[LEER PRIMERO NIÑERA DE MI CRUSH] [SEGUNDA TEMPORADA] ... Lo miro directamente a los ojos. -¡No puedes hacer eso! -digo. -¿Por que no? -responde. -Por que eres mío, ¡no de mi hermana! Él me mira fríamente, pero a la vez siente lástima por mí. -¡A el...