IX

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—Jonghyun. –llamó Kibum, moviendo su cuerpo de un lado a otro.

—No molestes. –le contestó el moreno obviamente más dormido que despierto.

—Levántate de una buena vez, Jonghyun, tenemos que ir a la escuela.

—Pero joder, es demasiado temprano.

—Que no se te olvide que vivo a hora y media del instituto a diferencia tuya.

—¿Por qué no vives conmigo? Dormirías más.

—Cállate ya y muévete de allí.

Kibum era molesto por las mañanas, nunca le había agradado la idea de despertarse a la fuerza, por ello siempre terminaba de mal humor, al menos en el transcurso de su camino a la escuela.

Tiró el uniforme de quien dormía todavía y se lo dejó allí nada más, en definitiva no pensaba llegar tarde por ese tarado, como solía llamarle ahora, hace apenas cinco minutos. Fue a su habitación nuevamente, comenzando a vestir su uniforme perezosamente, luego se acomodó apenas un poco el cabello y eso fue todo, no le gustaba mirarse de más en el espejo enorme que tenía.

Luego de un rato ya estaba en la cocina, comiendo un plato de cereal de forma lenta, lo que era raro en él, puesto que no desayunaba, pero tenía hambre así que le restó importancia. Todavía tenía algo de tiempo para irse de casa y por esa misma razón regresó hasta la sala, en donde todavía se veía el bulto que era Jonghyun dormido plácidamente, no quiso hacer nada para despertarlo, que se jodiera si llegaba tarde a la escuela.

Dejó sus trastos sucios sobre el fregadero y entonces tomó su mochila en manos, la colocó sobre sus hombros y después de tomar sus llaves fue a la entrada principal, en donde le esperaban sus zapatos los cuales colocó rápidamente. Salió de casa por fin y se dedicó a bajar por las escaleras del edificio, era el tercer piso, por lo que realmente no era demasiado esfuerzo.

En cuestión de minutos ya había saludado al portero del lugar y caminando despacio hasta la estación del metro, pero no fueron más de diez pasos los que dio cuando Jonghyun ya estaba abrazando su espalda de forma brusca.

—No sabía que eras tan malo, Kibum, mira que dejarme dormir y largarte nada más.

—¿Y tú como mierda estás aquí así de perfecto como si no te acabaras de levantar?

—Eso es un secreto que no pienso contarte ahora.

Kibum se soltó del agarre que llevaban ahora y entonces volvió a tomar postura en la calle, caminando sin querer mirarle porque estaba más molesto que de costumbre debido a su simple existencia.
La ciudad a esas horas ya tenía gente por todos lados, aquellas que iban al metro, otras que habrían sus locales desde temprano y otras más que seguían en pijama con dirección a la lechería matutina.

El cielo era de color azul oscuro todavía, pues el sol estaba deseando salir a lo lejos, tal vez a lo muy lejos, el viento frío les pegaba de lleno en el cuerpo y por ello Kibum temblaba, siempre olvidaba llevar una sudadera extra a la escuela. Y justo en ese momento vio la mano de su acompañante estirarse hacia él, ofreciéndole una de sus sudaderas que él tenía guardada en su habitación.

—Siempre andas temblando por ahí, te vas a enfermar un día y por eso tomé esta.

Kibum miró por un momento la prenda que le estaban ofreciendo y la tomó, regresando la vista hasta Jonghyun, el cual estaba con aquel rostro serio que llevaba todo el día en la escuela, más los ojos expresivos que deseaban dormir y esa pequeña curvatura en la comisura de sus labios que le hacían saber, el moreno era completamente sincero.

Limbus [JONGKEY]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora