XIII

445 72 4
                                    

El lunes llegó más pronto de lo que se había imaginado.

Cuando menos lo esperó, ya estaba sentado en la butaca de su salón, con Nicole por todos lados medio gritando algo parecido a “¡Que guapo se ve mi Kibummie!” y otras cosas aún más vergonzosas.

Todavía recordaba como un sueño vago la forma en la que Jonghyun abrazaba su cuerpo cada que podía.
Sentados en el sofá de Minho, cuando ambos se paraban a bailar, incluso cuando se atrevió a llevarlo hasta el baño de la casa de la rana, había sido tan atento.

Y por mucho que se lo estuviese negando, deseaba tener esa sensación otra vez.

—Kibum. –llamaron desde el otro lado de la puerta.

El mencionado volteó con emoción,  pensando que se trataba de Jonghyun, pero así como había venido la suerte a él, se había ido.
Aquel quién se encontraba llamándolo, no era nadie más que no fuese Woohyun, junto con todos los del equipo que al parecer, lo respaldaban.

Sintió la mano de Nicole impactar contra la suya, haciendo que entonces volteara a verla, notando el ceño preocupado que tenía en esos momentos.

Sin embargo, sabía asumir sus “responsabilidades”, por ello se levantó de su asiento, asintiéndole levemente a su amiga para que no se preocupase, cosa que sabía a esas alturas era completamente imposible, y entonces dio marcha fuera del salón.

—¿Qué quieres Nam?

—Pero cariño, si antes no me hablabas tan golpeado.

Escuchó a todo el mundo reír ante la evidente burla que le habían hecho, provocando que por un momento, la rabia regresara a su cuerpo.

—No te debo nada. ¿Qué quieres?

—¿Piensas acaso que te lo diré aquí? No seas iluso. Andando.

Woohyun dio paso hacia la salida del instituto y enseguida tuvo que hacerlo él, pues los demás acompañantes se aseguraron de cubrirle la espalda en caso que deseara huir.

Pero lo que menos deseaba en esos momentos, era huir.

Deseaba a Jonghyun.

Que se apareciera de la nada y lo abrazara, que le gritase a Woohyun y entonces lo salvara de esa situación.

Pero para su mala suerte, Jonghyun no estaba por ningún lado.

—Muy bien, tenemos algunas cosas que aclarar.

Entre todos los presentes, le habían acorralado ante una de las paredes del instituto, sin dejarle escapatoria para que sólo escuchara lo que Nam tenía que decirle.

—En primer lugar. ¿Qué es eso de estarte juntando con Jonghyun, eh? Se les ve muy… Cercanos.

Una vez más las risas invadieron la atmosfera, pero Kibum estaba serio, atento a todo lo que pudiese pasar.

—Y lo segundo, eso de que se estaban besando.

—Esto es algo que no te incumbe.

—¿No? Me incumbe en todo Bummie, en todo.

Cuando le escuchó nombrarle de aquella forma, sintió verdaderas ganas de vomitarle en la cara, no era posible que en algún momento de su vida estuviese enamorado de alguien tan patético como él.

—Escucha bien, Kibum. Si me entero que estás planeando algo con ése cara de perro en mi contra, juro que te mueres.

—Para tu muy buena suerte, Nam, en lo último que pensamos, es en ti.

Limbus [JONGKEY]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora