XII

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Cuando las piernas de Jonghyun dieron pasos al frente para poder llegar hasta su persona, el alma le voló lejos del cuerpo y seguramente ya se imaginaba en el suelo desmayado.

—Kibum…

—H-hola…

La diestra del moreno se fue acercando lentamente hasta una de sus mejillas, tocando ésta segundos después y regalando una agradable caricia que desde hace tiempo había deseado tener.

—Te vez muy bien.

—Quería verme bien... Para ti.

¿Podía escuchar sus palabras acaso? No recordaba tener ni una sola palabra de aquello en su vocabulario, se avergonzaba en silencio por ello mismo.
Los movimientos de ambos fueron lentos, tal vez demasiado para el tiempo que tenían encima, los labios de Jonghyun ya estaban casi encima suya y sentía demasiado bien su respirar pesado para no romper el momento.

Sus ojos inevitablemente se habían cerrado, quería sentirlo también, quería besarlo.

Sin embargo… Todo estaba muy callado.

¿Qué?

Al parecer, ambos se habían percatado de la situación, pues rápido abrieron los ojos y voltearon a todos lados, dejando ver tal vez a media escuela frente suyo, expectantes, incluso algunos idiotas con celulares en mano grabando o sacando fotos.  Tan sínicos que no se inmutaron por irse y alejar la vista al ser descubiertos.

Kibum se quería morir.

Pero Jonghyun fue más rápido, pues tiró de su brazo y lo sacó de entre tantas personas, yendo directamente a los baños en donde los encerró con seguro, asegurándose después que nadie más estuviese dentro con ellos.

—¿Qué no tienen nada mejor que hacer?

—Ellos no, pero nosotros sí.

Sintió los brazos adversos abrazarle la cintura y de golpe juntarlo contra su cuerpo, provocando que las manos de Kibum se impactaran contra su pecho y entonces lo tratara de alejar, pronto.

Por suerte Jonghyun no era idiota y se dio cuenta de lo que había ocasionado, soltando su anatomía enseguida y dejándolo ir.

—Yo no… –comenzó Kibum, pero era algo tarde, quería llorar. Se fue a los lavamanos, tal vez para que no lo mirara.

—No lo digas, lo sé.

Mordió sus labios con levedad, la había cagado nuevamente, estaba seguro. Ya esperaba el portazo del baño, anunciando que Jonghyun se iba.

Sin embargo, volvió a sentir sus brazos, ésta vez de forma tranquila, cariñosa, acercándole la espalda hasta su pecho, regalándole un calor tranquilo que enseguida le sacó una sonrisa de los labios.

—Yo te quiero. –escuchó por parte del mayor, provocando que su corazón casi saliera de su pecho.

Pensó decir lo mismo, pero sus labios simplemente se abrían y cerraban, no salía ni una sola palabra, pudo ver como Jonghyun se daba cuenta y enseguida reía, compartiendo mirada con él sobre el espejo.

—Vamos a clase. –le dijo, besando su cuello ligeramente y enseguida soltándolo, para que pudiesen ir fuera.

El camino hacia su salón no fue para nada agradable, en especial cuando salieron del baño y efectivamente se habían encontrado con la mitad de la escuela espiando banalmente, pasar entre todos para que los dejaran ir y al final los siguieran murmurando un sinfín de tonterías había sido la cereza del año, estaba seguro.

Limbus [JONGKEY]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora