X

536 73 8
                                    

El techo de su habitación estaba siendo el punto exacto en el que su mirada se concentraba por el resto del día desde que había llegado de la escuela.

Tenía un libro de historia a un lado suyo, hojas blancas sueltas cerca de sus piernas y en su diestra podía sostener una de sus plumas tranquilamente, su cabeza se posaba sobre una de sus almohadas esponjadas y la idea de “hacer la tarea” se estaba perdiendo completamente de lo que era un verdadero plan.

El nombre de Jonghyun desde hace ya una semana no dejaba de rondar en todos los lados de su cuerpo, Jonghyun aquí, Jonghyun allí, Jonghyun en la escuela, Jonghyun comiendo, Jonghyun hablándole, todo.

Y es que el moreno no había tomado ni un poco de distancia de su persona incluso cuando los chismes ya iban llegando de a poco a las bocas de todos los retrasados de su escuela, cuchicheando de allá para acá que estaban juntos, que se hablaban, que se golpeaban los hombros, que se peleaban y que comían juntos, todo estaba a la mira de quienes compartían el mismo instituto que ellos dos.

Por alguna parte no pensaba hacer algo realmente al respecto acerca de lo que estaban diciendo sobre andar cerca del presidente estudiantil, después de todo a él siempre lo molestaron y estaba vez estaba realmente consciente que Jonghyun tenía más de toda la culpa por ser un blanco más fijo para los demás. Pero el sentimiento que su pecho quería sostener sobre su cuerpo era todavía incluso más diferente a todo, absolutamente todo lo que podía decir quién era Kim Jonghyun.

Cuando lo veía su estómago daba vueltas, sus pulmones le obligaban a robarle un suspiro fuerte para prepararlo ante la plática próxima que tendrían los dos, cuando se enojaba con él, terminaba siempre deseando que estuviese cerca para poder seguir reclamándole, cuando llegaba a abrazar su cuerpo por los hombros de forma tosca tenía ganas de sacárselo de encima en dos segundos y al mismo tiempo debatía porque se lo llevara al otro lado de Seúl de esa forma, sin soltarlo, sin apartarse de su persona.

¿Es acaso que Jonghyun le gustaba?

No dejaba de preguntárselo una y otra vez siempre que terminaba inevitablemente en la misma situación que estaba pasando ahora.

¿Por qué él? ¿Por qué justo él?

Se levantó de la cama cuando escuchó al portero del edificio llamar a su puerta anunciando que tenía algo que darle en su propio nombre, era raro, porque ni él ni sus padres solían recibir algo no esperado en casa.

La caja era mediana, no se veía pesada por la forma en que la cargaba su portero, saludó al mismo y después de unos instantes más ya estaba cerrando la puerta con el paquete debajo de uno de sus brazos.

Yendo hacia el comedor de la casa se dispuso a dejar su entrega sobre la madera de la mesa, sacó el pegante que cerraba el mismo y entonces pudo ver claramente la chaqueta de cuero que había llamado su atención hace dos o tres días en una de las tiendas de ropa que estaban cerca al instituto.

¿Por qué la tenía ahora en sus manos? No tenía ni idea y no quería pensar más tiempo, se la puso encima y enseguida notó que era de su talla.

“Gracias mamá” pensó, pues nadie más lo conocía mejor que ella, a pesar de nunca estar juntos.

Miró que dentro de la caja había una nota con “Te espero en Flaitte a las 22:00, llévala” fue extraño, pues entonces supuso que su padre no iría a esa cena, lo que fue mejor para él, podría maquillarse de nuevo y no recibiría reclamo alguno.

Maquillarse.

Cuando estuvo en su habitación se paró frente al espejo y vio su delgada figura, si se iba así sin más parecería muy sencillo, como siempre desde hace un tiempo, para su gusto al ir a pasar rato con su madre y sobre todo, estrenar su nueva prenda favorita.

Limbus [JONGKEY]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora