XV

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Pasaban los días y pasaban las noches; Kibum disfrutaba cada segundo que podía pasar junto a Jonghyun, Minho y Taemin, tres nuevos nombres que jamás iba a olvidar en esa vida.
Incluso Nicole y su pareja, se juntaban con ellos para salir después de clases a pasar un rato agradable y animado, todos los días tenían algo nuevo qué hacer.

Kibum mejoró sus calificaciones en las clases y las burlas poco a poco se iban esfumando pues más de una persona lo estaba defendiendo; era agradable vivir en la vida que estaba, por fin podía comprenderlo.

Sin embargo, no podía ser exactamente así de calmo todos los días, y para un viernes por la mañana, encontró a Jonghyun caminando despacio, muy despacio en dirección a la entrada, tan distraído que si no le hablaba, seguro pasaba de él.

—Bummie. –dijo de costumbre, sin embargo, su cara demostraba el peor estado en el que Kibum pudiese verlo.

Uno de sus labios sangraba, su mejilla izquierda estaba hinchada y roja por un aparente golpe; su cabello y ropas estaban hechas un desastre e incluso notó que su ojo derecho estaba cerrado, completamente.

No supo con exactitud qué sentimiento tuvo en ese momento pues no dijo ni hizo nada, pero estaba seguro de lo que iba a decir y también lo que iba a hacer.
Dió la media vuelta y echó a correr para entrar a la escuela, no sabía a dónde iba, pero estaba seguro que en algún momento llegaría al lugar correcto; pasando los edificios principales, pudo llegar hasta el gimnasio y pronto encontró lo que estaba buscando, Woohyun.

La ira llegó de golpe en todo su rostro y a paso firme caminó hasta el nombrado, tiró sus cosas al suelo y levantó las mangas del suéter de su uniforme, mostrando que iba enserio; cogió a Woohyun por el cuello de la camisa blanca que llevaba y así mismo lo empujó con fuerza hacia atrás, imponiendo su lugar en el área.

—¡Eres un verdadero asco Woohyun! –espetó con odio claro en cada letra de sus palabras.
—¿Ah?
—Sabes bien de lo que te hablo, maldito infeliz.

Kibum tuvo el valor incluso de levantar la mano y enseguida darle un puñetazo en la cara, tan fuerte como pudo, no es como si tuviese la fuerza suficiente para derrotarlo con eso, pero había dejado claro el punto que deseaba tocar.

—Escuchame bien escoria. –comenzó y era claro que no se iba a callar– Vuelve a acercarte a Jonghyun para hacer otra de tus estupideces ¡y seré yo quién te mate!

Su voz era clara, fuerte, tanto que todos en la sala se quedaron callados por un buen momento, incluído Woohyun, que pasados unos segundos, el ceño se arrugó en su rostro.

—¡¿Me estás amenazando?!
—Tómalo como quieras, no voy a retractarme.
—Kibum hijo de puta.

El rubio miró como su rival levantaba una mano claramente para devolver el golpe que antes le había regalado, y por poco cierra los ojos sólo para recibirlo, pero ese golpe jamás llegó, gracias a Minho, quién desde atrás de Woohyun, lo había tomado del brazo para inmovilizarlo.

—No te atrevas. –sentenció de una sola vez, y daba miedo, mucho miedo.

Woohyun por su parte, se soltó del agarre para poder irse junto a la bola de tarados que siempre lo seguían a todos lados, poco importaba saber a dónde.

Kibum dedicó una mirada de agradecimiento a Minho y de su parte sólo recibió una sonrisa tranquila, seguida de una señal para que volteara hacia atrás; ahí estaba Jonghyun, que lo veía serio, con una expresión que no supo clasificar en ninguna categoría; Jonghyun se dió la vuelta y supo entonces, que debía seguirlo.

Fuese a donde fuese.

Los dos subieron hasta la terraza del edificio en donde tenían clases regulares, no había nadie y hacia bastante frío, las mañanas siempre eran frías.

Limbus [JONGKEY]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora