Vale, lo primero que encontré fue a un Yoongi en pijama, luciendo más pálido de lo normal, aunque con las mejillas y nariz algo enrojecidas, sujetaba el mando de la televisión y lo rodeaba una pequeña manta. No pude evitar pensar que se veía adorable así, y no debería porque está enfermo. Se hizo dos pasos a la derecha cuando me vio para que entrase, y eso hice. Miré la decoración de su casa detenidamente y me di la vuelta hacia él con una sonrisa.
—Te traje cositas. ¿Dónde está tu cuarto?— Pregunté.
Más callado que de costumbre, lo vi rascarse la nuca, como pensando y tratando de hacer memoria de dónde estaba su habitación. ¿Podría ser capaz de olvidarse hasta de eso? Segundos más tarde reaccionó y caminó a paso lento por el pasillo hasta abrir una de las puertas. Instintivamente lo acompañé y al entrar, visualicé la silla de escritorio donde me senté posteriormente, arrimando esta misma hacia su cama. La verdad es que tenía el cuarto hecho un desastre.
—Venga, hoy le tocan atenciones especiales al 'genio'.— Saqué las toallitas frías para la fiebre de la bolsa mientras soltaba una suave risa y di un par de toquecitos en el colchón para que mi hyung se acostase.
— Mh... —Y sin más me obedeció, sentándose sobre este y escurriéndose a los pocos segundos hasta quedar boca arriba. Noté que no me quitaba la mirada de encima, como si no quisiera perderse ninguna de mis acciones. Yo, ni corto ni perezoso, me aproximé a él hasta posar mis labios sobre su frente sin pedir permiso porque...sinceramente, ¿para qué?
—Tienes un poco de fiebre, hyung. —Lo arropé hasta la cintura, ya que con fiebre no debía taparlo mucho. — ¿Quieres los caramelos que te di antes en la agencia?
Ante mi pregunta, agitó su cabeza para asentir de manera ansiosa, se notaba que le habían gustado esos caramelos así que se los ofrecí, abriendo el envoltorio para él y metiendo uno en su boca. —Y ahora aguanta un poco, voy a colocarte la toallita. — Advertí, antes de colocarla con sumo cuidado sobre su ardiente frente, notando como se encogía y fruncía el ceño debido al repentino frío.
— Ya verás que mejoras.— Le dije con un tono de voz bajito y dulce, pues no había necesidad de alzar la voz. Luego, estiré mi brazo para acariciar su pelo y conseguir que se relajase un poco.
— Jiminnie, tonto...— Me dijo con los ojos cerrados en un murmuro, soltando luego un suspiro.
— Sí, sí...¿soy tonto por cuidarte? —Ladeé la cabeza algo confundido mientras enredaba los dedos entre los mechones de pelo ajenos mientras observaba su rostro y dejando salir otro suspiro, segundos después del suyo.
— Sí, porque antes no te prestaba apenas atención y parece que no te importa que haya hecho eso. —Contestó abultando sus labios sin abrir sus ojos en ningún momento.
— No tienes que hacerte el duro delante de mí. — Dije e incliné mi cuerpo hasta quedar cerca del suyo y tomarle de una mano, para luego darle un leve beso en la mejilla. Decidí en ese momento dejarme de tonterías y de tener miedo. ¿A quién iba a engañar? Me gustaba Yoongi, mucho más de lo que pensaba.
Me sorprendí bastante cuando percibí sus dedos entrelazándose con los míos, sentí mi pulso acelerarse cuando hizo eso, como si el corazón quisiera salírseme del pecho. Cuando me separé, el rapero abrió los ojos y me habló. —Seguirás siendo Jiminnie babo para mí.
—Sólo para ti. — Fue lo único que alcancé a decir, pues me quedé embobado observando sus ojos, algo paralizado por los nervios. Sin embargo lo vi parpadear un par de veces y sentir una pequeña ráfaga de aire tibio soplar de sus labios, cosa que me sacó de mis pensamientos.
— ¿Qué miras tanto? —Cuestionó.
— A ti. —Respondí sin más, soltando una pequeña risa boba y agachando mi cabeza. Aún sostenía su mano, y no tenía intención de soltarla, más noté un pequeño tirón por su parte que me hizo levantar de mi asiento y quedar sobre la cama con él, quien acomodó su cabeza entre mi pecho y mi hombro.
— Mañana despertaré resfriado, pero no me importa. — Afirmé mientras terminaba de colocar la parte inferior de mi cuerpo sobre el colchón y acostarme a su lado, tapando mi cuerpo con la manta. Una vez hice eso, ambos quedamos muy cerca el uno del otro, podía escucharlo respirar con dificultad debido a su congestión. Sin pensarlo mucho, rodeé su cintura con mi brazo de manera egoísta y cerré los ojos, con la intención de dormir. Unos segundos después noté movimiento por su parte, abrí un ojo para ver qué hacía y observé cómo colocaba un pañuelo de papel entre nuestras caras, posiblemente para que no me contagiase el resfriado. Posteriormente rodeó mi cuerpo con su brazo tímidamente. Como ya era de noche no tardé en dormirme, me sentía muy cómodo a su vera y estaba realmente feliz por sentir que, de alguna manera, había acortado las distancias con mi pasota y cascarrabias hyung.
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I love it when you growl for me. [Yoonmin]
RomanceTodo empieza en la época donde Yoongi y Jimin todavía son trainees. Yoongi es frío e introvertido, pero poco a poco su corazón se hará más cálido gracias a su compañero de agencia, quien se niega rotundamente a que no siente nada por él...¿o quizá s...