Siete

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No podía creer que haya llegado a Corea, hace años que ya no sentía temor por nada, pero el solo hecho de pisar mi propio país hacía que me diera una punzada de dolor en el estómago.

  — ¡¡Hye Ji-ahh!! — Escuche a mi hermana gritarme desde lejos.

  — ¡¡Unnie !!— corrí a su encuentro, la echaba de menos.

  — Hye Ji..

— Danah.— la interrumpí.— recuerda que ahora mi nombre es Danah Park, ya deberías haberte acostumbrado. La abracé y di golpecitos en su espalda.

— Lo se..Lo se, es solo que extraño los viejos tiempos, mamá se ha ido, no sabes cuanto la extraño.— No pude decir nada, hace mucho tiempo ya había dejado de sentir cariño por mamá.

— Vamos, no llores, sabes que mama te ama más que a nadie.— tomé su mano y fuimos juntas a casa. 

Entré a mi vieja habitación, seguía igual que siempre, mi hermana dijo que mamá no había querido cambiarla, que estaba arrepentida y que me echaba de menos, pero que se sentía demasiado culpable como para pedir mi perdón. Por primera vez después de muchos años volví a llorar y pensé en que hubiese pasado si no hubiese salido de Corea, posiblemente estaría muerta o con depresión. Aparté la idea de mi cabeza y me dirigí hacia mi hermana.

— Te ves guapísima.— me dijo con los ojos como platos.— Eres toda una mujer.

— Ni que antes hubiese sido un árbol.— dije sarcástica. Era cierto, ya no quedaban rastros de la debilucha niña de 17 años, ahora tenía 22 años y mi cuerpo era el de toda una mujer. Estaba convencida de que debía agradecerle a las antepasadas de mi padre por mi sexy figura, ya que por el lado de mi madre todas eran delgadísimas. Mi cabello era largo, liso y muy muy negro. Mis ojos ya no se ocultaban detrás de unas gafas, ahora me parecían molestas, había crecido un par de centímetros y mi busto y trasero medían lo justo como para ser sexy sin pasar a lo grotesco. Sin duda alguna la pubertad había hecho un excelente trabajo.

Luego de un par de días mi hermana dijo que era hora de volver al trabajo, pensé en volver a Estados Unidos lo más rápido posible, pero Unnie me convenció para trabajar con ella en la empresa donde llevaba años siendo Productora, ya que en ese momento el fotógrafo a cargo había renunciado por problemas personales. Me tenté a decir que no, quería irme, pero otra parte de mi insistía en que tenía que ser valiente a si que acepté.

De camino a la empresa ella me explicó que se trataba de una empresa de entretenimiento, que yo estaría a cargo de trabajar en el nuevo álbum de un grupo de chicos. Genial pensé, ahora tendría que trabajar con mocosos engreídos. Bajamos del carro y leí las grandes letras de un cartel en la entrada "BIG HIT ENTERTAINMENT", entré y realicé la entrevista con el CEO de la empresa. Todo salió de maravilla y se me indicó que me presentara con los chicos ya que estábamos cortos de tiempo. Agradecí haber decidido usar mi mejor vestido y llevar puesto cómodos tacones que hacían juego con el pero que no molestaban lo suficiente como para que mi cadera doliera.

Ingresé a la sala de práctica y me tope con 7 muchachos que me miraron de pies a cabeza, di unos pasos hacia adelante con confianza y me planté en medio de la sala. Seis de ellos se acercaron rápidamente para escuchar lo que tenía que decir, pero uno de ellos seguía sentado en el suelo, un chico rubio con una blanca piel.

— Mierda.— dije en español sin darme cuenta.

— ¿Disculpa? —dijeron los chicos, parecían confundidos.

  — Oh..lo siento.— vi como el chico levantaba la vista y se quedó mirándome con ojos como  platos. Era el, estaba segura. Seguía teniendo la misma cara de bebe. Pero yo no, no era la misma, ni si quiera tenía el mismo nombre. Piensa. Piensa. Joder piensa.— Hola, soy Danah Park, la nueva fotógrafa. — dije con una sonrisa confiada que hasta a mi me sorprendió. Todos hicimos una rápida reverencia, excepto el pálido muchacho, que me miraba con cara confundida.

  — Hola, soy jimin, un placer conocerte.— un amable chico de finos ojos me sonreía, me pareció que era menor que yo.— El es Rap Monster.. V.. Jin.. Jungkook.. J Hope y el que está sentado allá es Suga.— apuntó hacia el viejo conocido. Que ironía pensé, de lo que más carecía era de dulzura. Tenía ganas de golpearlo. Se levantó, me inspeccionó de cerca y caminó hacia la salida.

— La próxima vez que vengas a trabajar no vengas con estúpidos tacones, solo te hace ver más incompetente. Cerró la puerta de un portazo y yo pensé que mis piernas no resistirían, pero gracias al cielo se mantuvieron firmes.

  — Ignóralo, es así con todos, pero en el fondo no es un mal chico. Por cierto, mi nombre real es Namjoon, Rap Monster solo lo utilizo en las promociones.— Un alto chico me sonreía, se notaba a leguas que era un tipo agradable.

Pasamos unos quince minutos más charlando y luego me fui a preparar las cosas para mi primer día de trabajo. Estaba incluso más nerviosa que cuando recibí mi titulo, mañana sería otro día y seguramente tendría que toparme con mi peor pesadilla, Yoongi.

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Waaaaaaaa, desde ahora comienza la batalla de Titanes.

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Los amo <3


First Love | Suga | Min Yoongi | BTSDonde viven las historias. Descúbrelo ahora