Once

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Después de separar por fin a Suga de Kumamon caminamos, o mejor dicho lo arrastré hasta llegar al estudio, me había esforzado tanto que mi cadera había comenzado a doler.—¡Mierda! no puede ser justo ahora.—dije mientras acomodaba a Suga en el sillón, intentando levantar las piernas de este para que quedara acostado. Me dolía como los mil demonios, y para colmo no podía tomar mis medicamentos ya que hace un par de horas había consumido alcohol. Me senté en el suelo, al lado del sillón donde se encontraba Suga y abracé mis rodillas tratando de dormir para que el dolor desapareciera, sentía como este calaba mis huesos, cuando me encontraba así no podía caminar ya que sentía como si clavaran agujas en mi cadera a cada paso, por lo que no podría ir a casa. Luego de mi rehabilitación hace unos años atrás tuve que comenzar a tomar píldoras de por vida con tal de apaciguar el dolor y llevar una vida normal. Maldita la hora en que decidí beber alcohol y maldito también el momento en que le ofrecí beber a Suga. Maldige tanto que ya eran las cuatro de la madrugada y mi dolor seguia aumentando, a si que comencé a sollozar lo más silenciosamente posible mientras apretaba  mis puños. En eso sentí que alguien tomaba mi muñeca y me tiraba un poco hacia arriba para poder ver mi rostro. Suga me miraba con una expresión que no podía descifrar y cuando se dio cuenta de que me encontraba llorando se asustó e intentó ponerme de pie, fracasando en el intento. Solo quejidos salían de mi.

—¿Qué pasa? ¿Estás bien?— preguntó con real preocupación y noté que ya estaba sobrio.

— He estado mejor, pero no es nada, solo me duele un poco la cadera.— traté de disimular con una sonrisa, pero al parecer fracasé ya que me miró con cara de asustado.

— ¿Estás bromeando? mira como estás... ¿Tomas algún medicamento? Yo tengo analgésicos te traigo un...

— No puedo tomar.— lo interrumpí.— recuerda que bebimos no hace mucho.— comenzó a dar vueltas por el estudio enojado, tratando de reprimir las palabras mientras pasaba una mano por su cabello. Cuando logró concentrarse me tomó en brazos y me sentó en el sillón, al hacer contacto con su superficie solté un quejido mientras apretaba mis ojos.

—¿Qué piensas hacer entonces?— dijo mirándome con los brazos cruzados.

— Esperar y descansar, si logro dormir el dolor pasará.— cuando escuchó esto tomó mis piernas y las subió al sillón para dejarme acostada, de la misma forma que lo hice yo por él hace un rato atrás.

— Descansa, yo voy a seguir trabajando.— Se sentó en la silla de su escritorio y puso los audífonos en sus orejas con la música al máximo, para luego comenzar a escribir algo que no podía ver en las mismas notas que antes había tratado de esconder de mi. Me sentí herida, mientras yo estaba sufriendo el estaba trabajando, ignorando mi llanto y al parecer por la energía gastada comenzó a darme sueño, hasta que al fin pude cerrar mis ojos y dormir.

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Trataba de ignorar su llanto, a si que puse mis audífonos con el mayor volumen posible hasta que por fin se durmió, odiaba verla sufrir. Nunca la había visto así, y el echo de no poder ayudarla me hacía hervir la sangre. Me levanté para ver que no estuviera incómoda y comencé a sentirme culpable, no por algo en particular, si no más bien por todo. Mi sola existencia en su vida era una desgracia. Tomé asiento frente al sillón, viendo la expresión cansada de la hermosa muchacha que estaba frente a mi. En eso lentamente comenzaron a llegar recuerdos de la noche anterior y me sentí completamente avergonzado por haberme comportado como un puñetero niño. Mientras tanto Hye Ji soltó un pequeño quejido mientras dormía, arrugando su frente. Tomé su mano por inercia y ella comenzó a apretarla con fuerza, debía sentir un dolor terrible. Con un dedo de la mano que tenía libre presioné su entrecejo y lentamente comenzó a suavizar su expresión, pero no soltó mi agarre.

Dile la verdad.

No seas cobarde.

Si se entera por otro pensará que es su culpa.

Traté de apartar mis pensamientos y finalmente comenzó a darme sueño. Quería proteger a esta mujer.Quería que fuera feliz de una vez por todas y que dejara de huir. Entonces en medio de todos estos pensamientos fui quedándome lentamente dormido, frente a la mujer que nunca había dejado de amar. 

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¿Cuál será el secreto que guarda Suga?.. Pronto lo sabrán :o

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Los amo <3

First Love | Suga | Min Yoongi | BTSDonde viven las historias. Descúbrelo ahora