CAPÍTULO 82

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—Podríamos ir a desayunar afuera, no lo sé, tú decides— Dijo él, sonreí viéndome en el espejo, salí del baño.

—Claro— Le sonreí y volví a entrar. Luego hice todos mis necesidades y salí, vi a Justin mirándo hacía afuera, me acerque a la cama y mi cara fue de horror para luego convertirce en un notorio sonrojo —Dios— Dije y tomé la sábana.

Me dirigi rápidamente hacía el baño, el rubor aún estaba en mis mejillas ''La prueba del honor'' miré la mancha roja que estaba en la sábana, por suerte y no había pasado al colchón. Dios me sentía tan principiante.

Lo eres.

Empecé a labar rápidamente la sábana, en mi interior rogaba con que Justin no lo hubiera visto, pero era casi imposible cuando se levanto o que se yo, de nuevo el rubor en mis mejillas.

Cuando estuvo labado, lo dejé en la ducha y luego salí para encontrarme a un Justin extrañado.

—¿Qué paso con la sábana?— Me ruborice. Él, sonrió y me besó.

—Nada— Dije susurrando con una pequeña sonrisa —¿Vamos?

—¡Leggo!— Dijo él, reí. Me puse una de sus chaquetas de cuero —Definitivamente mi ropa se ve mejor en ti— Me dijo, reí cariñosamente y lo abracé a medias para caminar. 

Salimos de la habitación del hotel, yo ni siquiera me puse unos lentes o no lo sé, me puse de inmediato la capucha de mi chaqueta que estaba debajo de la chaqueta de cuero de Justin, hacía frío, estaba vestida así, más la chaqueta de cuero.

Mientras ibámos en el ascensor Justin me dijo que cuando bajaramos finjir que no, nos conocíamos, ya que yo venía así y nada más, lo encontré ridículo, pero luego él me paso sus lentes y ahí bajamos. Había sido ridículo, pero lo entendía, simplemente no quería que supieran que era para no dejar de tener mi privacidad, era obvio que estaría lleno de paparrazis. 

Suspire y él me agarro la mano cuando el ascensor se abrío, las personas miraron boca abierta a Justin, rodee los ojos. Mientras él aún me tenía agarrada la mano, en la ventana del hotel, hacía afuera habían paparrazis.

De nuevo rodee mis ojos. Sentí una punzada, caminé muy rápido, dios, ese dolor era insoportable. Bueno exagero, pero, era hermoso, y siempre lo diré.

Tomamos un auto y nos fuimos hacía el restaurante, mientras Justin manejaba ibámos hablando de cualquier cosa que fuera necesario en nuestras conversaciones, casi siempre terminabamos hablando tonterías, y eso hacía que tuvierámos más confianza.

Llegamos a un fabuloso restaurante, la verdad era muy lujoso, sonreí a medias, no me gustaba ir a restaurantes tan lujosos, pero sería, Justin se bajo del auto y me fue abrír la puerta, le agradecí con una sonrisa.

Entrelazó la mano con la mía y sentí los flashes, rápidamente escondí mi rostro en el cuello de Justin mientras caminabámos, hacía el restaurante, de alguna forma, no siempre tendré que esconderme y eso lo sabía perfectamente Justin. 

Pedimos los dos Spaguettis a la Balognesa, no era algo que comía frecuentemente, pero me gustaba mucho el spaguetti desde niña. Me saque la capucha sabiendo que la gente me miraría, pero nadie me conoce.

******

—Eres una rebelde— Dice Justin gracioso, mientras mordía su labio inferior, una parte de mi quizo correr a su lado y morder esos labios, regué sonriente. Ahora eran como las diez de la noche. Nos habíamos ido a pasiar por allí rumbando, fuimos al mall, luego almorzar a otro restaurante y luego fuimos a la misma playa de ayer y ahora estamos en un lujoso restaurante como el de la mañana.

Más que una simple belieber || jb.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora