uno

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Es un asco, realmente es un asco estar en este lugar, joder que ya tengo  casí dieciocho años y puedo tomar mis propias decisiones. No es como que todo el tiempo tengan que estarme tratando como un niño. Tampoco tienen porque enojarse tanto cuando cometo un error, a veces siento que me tratan como si fuera el anticristo y estuviera a punto de desatar el maldito apocalípsis.

Es que sigo sin comprender como es que mi madre pudó enojarse tanto por que tome un trozo de pastel que había en la mesa, no tenía ni la más miníma idea de que lo guardaba para la cena. ¡No es mi culpa! Pero claro, a quien demonios le importa. A todos les gusta culparme  por cada cosa que sucede en casa. Bien, pues que se jodan.

Me hecho a correr por uno de los muchísimos senderos que llevan al bosque, esto es lo único que me hace mantener el control. Correr entre los arboles, sentir su aroma, escuchar el viento meciendo las hojas. Pero lo que más me gusta es sentir la tierra crugiendo bajo mis pies. Amo este lugar y aun cuando quisiera largarme lejos y dejar atras a mi loca familia, se que no sobreviviría mucho tiempo lejos de este bosque, me transmite cierta paz. Es como si la energía de los arboles ( y de la misma tierra) corriera por mis venas. Si por mi fuera pasaría el resto de mi vida aquí.

Me detengo y coloco la espalda contra un enorme abeto, respiro hondo llenando mis pulmones con ese olor a tierra y vida. Lastimosamente hay algo que evita que este lugar sea mi paraiso personal. Ese algo es mi padre, el alfa de la manada, y mi verdugo. Se supone que en poco tiempo debo tomar su lugar y convertirme en el proxímo lider. Lo que en sí es una mierda.

No me veo a mi mismo como alfa, de hecho me considero más un lobo solitario, no me gustan las responsabilidades ¿soy egoísta? Lo soy y no me molesta aceptarlo. No quiero estar a cargo de una manada, no quiero tener que rendirle cuentas a los demás y por sobre todo no quiero tener a nadie dependiendo de mi, en pocas palabras no quiero ser el protector de nadie.

Veo a mi alrededor y me doy cuenta de que ya estoy lo suficientemente lejos como para hacer lo que me de la gana. Me siento en el suelo sin despegar la espalda del árbol. Cierro los ojos y dejo que mis sentidos tomen el control. Los sonidos se amplifican, es como usar auriculares a todo volumen, soy capaz de escuchar pequeños sonidos que un humano no podría. El vuelo de una mosca, la respiración de un ciervo, incluso el sonido de las hojas al caer al suelo. También mi sentido del olfato mejora. De hecho mi olfato es cien veces mejor que el de mi padre, cosa que el no sabe. Es como mi arma secreta, en su mayoría, lo utilizo para saber en donde se encuentra y así evitarlo, solo digamos que nuestra relación no es demasiado buena.

De pronto persibo un aroma desconocido y a la vez ligeramente familiar. Es fuerte y desagradable es un aroma a muerte... Vampiro. Me pongo de pie en un salto, no se supone que esas alimañas entren nuestro territorio, de echo es estúpido que siquiera lo consideren. Este vampiro es muy temerario o tiene instintos suicidas.

Empiezo a correr de manera sigilosa pegandome contra los arboles. Odio a los vampiros casi tanto como la idea de ser alfa. Esas criaturas son mezquinas y asquerosas, son parasitos chupa sangre. Me he topado con unos cuantos y ninguno de ellos ha sido de mi agrado, no se si sea su piel palida, fría o esos horrendos colmillos como agujas o quizá sean sus ojos. Cuando un vampiro entra en modo de ataque, sus ojos cambian al igual que los nuestros. Pero los nuestros son increibles, los de ellos...desagradables. Sus irices se vuelven rojos y el globo ocular negro, simplemente asqueroso.

Sigo corriendo hasta que  el aroma es tan intenso que escuce mi nariz, sin embargo hay un matiz diferente, pero es demasiado tenue. Me trepo a un árbol hasta llegar a la rama más alta para tener una visión completa de lo que hay a mi alrededor y entonces lo veo.

No esta demasiado lejos, a un par de metros cuando mucho, también esta subido en un árbol esta agazapado viendo algo en el suelo. Dirijo la vista hacia donde el bastardo ve, por un momento espero encontrarne con un campamento, lo humanos suelen venir a menudo, pero no es eso es un grupo de ciervos que se alimentan. Así que el vampiro esta cazando, bien pues escogió un mal lugar para hacerlo, porque esta dandome el pretexto perfecto para atacarlo y liberar mi furia.

Lunas opuestas.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora