cuatro

26.8K 2.9K 541
                                    

"Ya no te estreses tanto, tu padre terminará por darse cuenta de que eres un chico increíble".

Aún sigo esperando que eso pase, aunque siendo sincero creo que es más fácil que se abra el infierno antes de que mi padre deje de pensar que soy una vegüenza. Me pregunto... ¿Qué pasaría si supiera que he hablado con un vampiro y que he dejado que me abrace? ¡eso sería épico! Y también sería mi fin.

Últimamente he estado pensando demasiado en eso de no querer ser alfa y cada vez me parece más tentador retar a mi padre, después de todo (como se lo dijé a colmillos) lo peor que puede pasar es que muera. Se me escapa un suspiro, esto de hablar con ese jódido vampiro me esta afectando.

Bajo a la cocina por algo de comer y ahí me encuentro con Jenna (es como una tía para mi y es quién se encarga de preparar la comida para la manada), esta tratando de subir una caja sobre uno de los estantes de la alacena, luce bastante pesada.

—Deja, lo hago yo. —Le quito la caja de las manos y la acomodo facilmente.

—Gracias, vaya que te has puesto muy fuerte. — me da un par de palmaditas en el hombro.

—Pues claro, soy así de increíble.

—Aunque un poco de modestía no te vendría mal.

Ambos nos reimos, Jenna me entiende mejor que nadie  más, me atrevería a decir que ella me entiende mejor que mis propios padres. Por eso la adoro (más aún por sus tartaletas de fruta).

—¿Cómo van las cosas con tu padre?— esa simple pregunta basta para colocar una mueca en mi rostro. —No muy bie por lo que veo.

—Pues que te digo...parece que no pego una con él. —siempre seré el inútil, aunque no veo de que sirva decirle eso a Jenna. — Pero hago lo que puedo.

—Lo sé, lo sé cariño y ya veras que terminará por darse cuenta  que eres un chico increible.

Se me escapa una carcajada al escuchar sus palabras, tal parece que esas palabras me persiguen. Automáticamente la imagen de colmillos aparece en mi mente, piel palída, enormes e inocentes ojos color ambar. Mi risa se hace más fuerte.

—Se supone que mis palabras deberian servirte de anímo, así que no veo cual es el chiste. —Me  ve con las cejas arqueadas.

—Lo sé y te lo agradesco mucho, es sólo que esas palabras ya me las había dicho alguien más. — No puedo sacarme esta estúpida sonrisa del rostro.

—¿se puede saber quién es ese alguien? — Oh mierda, creo que acabo de despertar su curiosidad y eso es sumamente peligroso.

—Si...bueno es q-que— ¿Y ahora qué le digo? — si te lo dijera no me lo creerías.

—Empiezo a sospechar que se trata de una chica...—¡¿qué?! ¿A qué viene esa sonrisita maliciosa?

—¡Claro que no!

—Ja, fingiré que te creo, pero confío en que me la presentaras a su debido tiempo...ya sabes que tengo que darle el visto bueno.

Me guiña el ojo y luego se va sin dejar de sonreir y yo me quedo con cara de wtf...Jenna esta loca ¡loca de remate! ¿Por qué asumió que hablaba de una chica? Aunque pensandolo bien...es lo mejor porque ¿Qué pasaría si alguien se entera de que hablo con colmillos? Seguramente lo buscaría y lo matarían ¿y a mi? Supongo que me exiliarían (en el mejor de los casos) por traicionar a nuestra raza. Que putada, y no se porque pero la idea de que lastimen al asqueroso vampiro no me gusta para nada. Es más inocente que un gatito...

Lunas opuestas.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora