El mocoso ese esta demasiado entretenido con su teléfono, lo que en sí es bueno, tomarlo por sorpresa es lo mejor. Me cruzo la calle y camino silenciosamente en su dirección. Para mi suerte no hay nadie más esperando el autobus, eso vuelve las cosas mucho más sencillas, sin testigos puedo hacer lo que quiera.
Llego a su lado y ni siquiera a reparado en mi presencía. Humanos como este son los que terminan secuestrados, despiertan en una calle desconocida sin un riñon...si son demasiado frágiles a mi parecer. Cuando estoy junto a él su olor me golpea y sigo detestando ese aroma a libros antiguos y tinta. Huele como una puta biblioteca.
Carraspeo para llamar su atención y el muy tonto ni se inmuta.
—Oye...— me responde con un "ujum" y continúa con la vista pegada al máldito teléfono. —¡Joder, que te estoy hablando!
Y por fin me presta atención, se empuja las gafas que prácticamente hacen equilibrio en la punta de su nariz.
—¿Me hablas a mí? — Paciencia Miller, paciencia.
—No, le hablaba al hombre invisíble parado junto a tí.
Se me queda viendo con las cejas arqueadas, se lo que debe estar pensando, pero el único estúpido aquí es él.
—Claro que te hablo a ti, mocoso. —doy un paso más cerca y eso parece ponerlo alerta. — Eres Eliz ¿cierto?
—¿y tú eres...?
—Eso no te incumbe —intenta replicar pero no se lo permito— veras, lo único que necesito es que me des el número teléfonico de Levka.
—Espera ¡¿Qué?!— Se aleja un par de pasos y entrecierra los ojos en mí —¿Quié eres? Mejor aún ¿Cómo conoces a Levka?
Justo ahora le da por ponerse cauteloso. ¡Quien enentiende a los jodidos humanos!
—Lo diré solo porque parece que no captas muy rápido...quien soy y como conosco a Levka son cosas que no deben importarte. Limítate a darme su número.
—Estas tonto si piensas que voy a hacerlo. — se cruza de brazos y finge ignorarme.
—¿En serio quieres hacerlo de esta manera? — el bastardo no me responde —Bien, luego no te quejes.
Veo en todas direcciones sólo para asegurarme de que no hay nadie y sí, se que lo que estoy a punto de hacer esta prohíbido. Pero ya lo dije antes, no me gusta seguir las reglas.
En un movimiento rápido lo tomo por el cuello de la sudadera y lo hago chocar contra el poste de la parada de autobus. Deja escapar el aire en un sonido entrecortado o quizá solo sea el grito que no alcanzó a sacar; sus asustados ojos grises se clavan en mi.
—Si no me suel...— le tapo la boca con la mano.
—Escucha muy bien Eliza— gruñe algo pero lo ignoro —dame el número de Levka y te prometo que volveras a tu casa en una sola pieza.
Suelta un monton de sonidos amortiguados así que libero su boca.
—No te dare nada y si no me sueltas voy a golpearte, porque se artes marciales y aunque luzcas fuerte podría dejarte inconciente con un solo moví...
Lo interrumpo con un gruñido molesto y soy conciente de que mis ojos han adquirido ese tono amarillo intenso. No debería haber hecho esto pero ya me harto la paciencía.
—Me importa una mierda si eres Bruce Lee o el señor Miyagi solo voy a repetirlo una vez más...o me das el maldito número o hasta aquí llego tu patética vida.
Se queda en silencio observando con ojos desórbitados...y su cuerpo empieza a expulsar ese aroma a miedo que me resulta simplemente asqueroso. Eso es quizá lo que más detesto de los humanos, la forma en la que su olor cambía de acuerdo con sus emociones y para mí, que tengo el olfato mas desarrollado, es una verdadera tortura.

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Lunas opuestas.
Hombres Lobo"Hemos caído en un amor hermoso y un destino cruel" -UmbraBalck Miller Ludlow es un tipo arrogante que sabe muy bien quien es. Es fuerte, habil, poderoso y la mayoria del tiempo es un cabron. pero eso es de familia, después de todo lo trae en la san...