22. Primer Paso
Natalia llego en medio de una ligera llovizna a la casa, estaba completamente empapada y sabía que en cualquier momento un fuerte resfriado la atacaría. Mercedes corrió a tratar de ayudarla, pero la chica solamente negó y camino hacia su habitación.
Se despojó de la ropa mojada y llena de barro para entrar a la ducha. El agua caliente recorría su cuerpo relajándola al menos por un momento. Aun en su mente corrían las imágenes de Alex llorando, contándole lo que realmente sentía y la explosión de sentimientos que desencadeno en una discusión sin final apropiado.
El vapor cubría por completo el espejo así que Natalia tomo una de las toallas y lo limpio, observo su rostro un momento y pensó en que sentiría Alex cada vez que lo hacía. Cada vez que se miraba en el espejo.
La cicatriz que llevaba en su mejilla aún era bastante notoria, era un tanto gruesa y saltaba a la vista de inmediato. Nada podía cubrirla, ni el cabello ni el maquillaje. Claro que Natalia recordaba el rostro de la modelo antes del incidente y sin duda era un cambio significativo, después estaban las cicatrices en su cuerpo, tenía pequeñas marcas en sus manos y brazos que ocultaba usando blusas de manga larga.
"Ponte en sus zapatos" repetía mirándose al espejo. En ese momento sintió miedo, tanto dolor que quería llorar y eso era quizás lo que Alex sentía cada mañana en la que debía mirarse al espejo, cuando tomaba un baño o simplemente quería cambiarse de ropa.
Finalmente pudo comprender un poco más lo que la modelo sentía y no era nada bueno, no se lo desearía ni a su peor enemigo. Era dolor, rencor en su más puro estado y de solo imaginarlo le revolvía el estómago.
Después de varios minutos Natalia finalmente salió de su habitación, en la sala Alejandro y Mercedes la miraban impacientes.
― No, no salió todo como lo esperaba, pero al menos me sirvió para entender muchas cosas
― La niña Alex llego llorando y se encerró en su habitación
― Es entendible, no quiero que se desanimen, ha sido solo un resbalón no es motivo para ya dar todo por perdido
― Confiamos en usted señorita ― aseguraba Alejandro.
Lo que quedaba del día la paso junto a Anthony, era bueno distraerse un poco y el chico la ayudaba en eso, por otro lado, no había querido ir a ver a Alex, estaba consiente que acercarse en aquel momento solo la haría enfurecer más.
Cerca de las nueve de la noche fue a su habitación dejando la puerta abierta. Encendió su ordenador y le escribió a su director de tesis el señor Vascones, un famoso psicólogo de la Universidad, le comento lo que estaba viviendo y claro le pedía un consejo.
La respuesta fue clara y concisa, no te rindas.
Natalia sonrió ante aquello y aunque parecía no ser de mucha ayuda le daba ánimos, quizás eso era lo que necesitaba, un poco más de motivación para continuar. El sueño de a poco iba venciéndola así que apago su computadora y se levantó a cerrar la puerta.
Justo cuando estaba a punto de hacerlo miro a Alex frente a ella.
La modelo no dijo nada, pero se veía agotada, sus ojos hinchados por el llanto y la boca seca, su cabello era un desastre y Natalia en lugar de hablar se acercó a abrazarla, no hacía falta llenarla de discursos, eso ya no era una opción y quizás en ese momento lo único que necesitaba era un abrazo. Muchas veces las palabras sobran, si bien reconfortan quizás lo que más ayuda en ciertos momentos es un abrazo, uno sincero que te llene el alma y haga que la soledad desaparezca.
Y eso fue lo que sucedió en ese momento, Alex no necesitaba decir nada para que la chica comprendiera que está harta, cansada de la situación y que la quería a su lado.
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Cicatrices Invisibles
Teen Fiction"Las heridas más comunes son las heridas en el corazón, aquellas heridas que nos dejan cicatrices invisibles" #175 en Novela Juvenil 09/01/2017 *SE PROHÍBEN ADAPTACIONES* Twitter: dcimaginegirl