Cicatrices Invisibles

26. Arreglar un corazón

26. Arreglar un corazón

Imagina que hubiera un manual para arreglar un corazón roto en donde te indicaran paso a paso que hacer si en algún momento de tu vida por cualquiera que fuera la razón tu corazón se rompiera o peor aún que el corazón de alguien que te importa se rompiera. De seguro acudirías a aquel manual para saber qué hacer, como comenzar y que pasos seguir.

Lamentablemente no existe tal cosa y debemos aprender cómo se puede salir adelante sin una norma que seguir.

― ¿No puedes dormir? ― decía Anthony desde las escaleras.

― Es difícil dormir cuando sabes que la mujer que amas estará en un quirófano mañana ― decía Natalia mientras sostenía entre sus manos una taza de té.

― Entiendo eso, es mi mejor amiga...

― Lo sé, es complicado...

― No podemos derrumbarnos ahora, ella nos necesita y nosotros a ella.

― ¿Sabes que el miedo? ― preguntaba sin despegar su mirada del piso, Anthony solo negó y continúo observando a la chica ― una respuesta involuntaria, que nace de los más profundo de nosotros, expresa todo lo que no podemos controlar, no importa cuánto te esfuerces en ocultarlo, el miedo se nota... ahora estoy aterrada, jamás en mi vida imagine sentir tanto por una persona Anthony y eso asusta. Asusta porque no quiero que nada malo le suceda, si por mi fuera la mantendría a salvo de todo en este lugar, pero sé que eso solo sería aislarla más de la realidad y eso no es bueno para su salud mental, estoy aterrada porque a veces pienso que esa cirugía solo será un motivo más para que se hunda...

― No tienes por qué ocultar ese miedo, te entiendo perfectamente porque yo me siento igual, pero escúchame ― tomo sus manos obligándola a mirarlo ― ella ha mejorado, ella está haciendo todo por volver a sonreír. Ella va a estar bien, debemos aprender a confiar en ella, en lo que Alex dice y quizás así ese miedo sea menos atemorizante.

Y tenía razón, ahora era momento de confiar en la modelo, de confiar en que estaba mejor, que aún quedaban batallas por delante pero no podían dejar que aquello los derrumbe.

*

La sala de espera de un hospital era de los lugares más atemorizantes para Natalia, aun podía recordar el día que su madre había muerto, podía recordar como ella se mantenía en la sala de espera tratando de asimilar todo lo que había sucedido, por su mente pasaban miles de escenarios en los cuales trataba de buscar señales, pistas de que algo iba mal con su madre, de que no era feliz ¿Por qué lo hizo? Se preguntaba una y mil veces, pero quizás era una pregunta que jamás obtendría respuesta

― ¿Todo bien señorita? ― decía Alejandro sentándose a su lado

― Si, este lugar me da escalofríos eso es todo

― A mí también, pero en unas horas todo habrá terminado.

Dentro del consultorio se encontraba Alex, vestía una bata sencilla del hospital color verde, el medico debía realizarle algunas pruebas antes de entrar al quirófano por lo que permanecía sentada en la camilla esperando.

Las piernas le temblaban y sentía que en cualquier momento iba a desmayarse, pero no quería arruinarlo, debía ser valiente y seguir con aquello

― Buenos días Alex ― entraba el médico ― mi nombre es Miguel, seré tu cirujano esta tarde

La modelo solo asintió y de inmediato comenzó a revisarla, miraba fijamente su rostro y trazaba líneas con un marcador sobre la cicatriz.

― No está mal, créeme he visto muchos casos, pero tú tienes todo por delante, te aseguro que después de esto tu vida comenzara de nuevo, pero debes entender que todo tiene su riesgo.