Cicatrices Invisibles

15: Primer Desfile

15. Primer desfile

Estaba recostada en su cama mientras sentía los labios de la chica en su cuello, sus manos se aferraban a su cintura y continuaba dejándose llevar por lo que sentía.

― ¿Qué te dijo mi padre?

― Grito y mucho ― se reía, había sido un incómodo momento en el que ambas decían que la otra lo había provocado, Guillermo estaba furioso respecto al comportamiento de sus modelos y con justa razón.

― No vale la pena que discutas con ella ― le decía acariciando su rostro.

― Pero me provoca hace todo para sacarme de quicio...

― No caigas en su juego, ella no es la única que puede perder.

Alex había tenido un día terrible, la sesión de fotos fue una completa tortura no había logrado concentrarse como hubiera deseado. Después había llegado el momento de hablar con su jefe, el mismo que estaba furioso y claro que les había gritado por cerca de una hora, ambas estarían a prueba por una semana y si alguna de las dos hacia otro escándalo quedaría fuera de la agencia, eso era algo que Alex no estaba dispuesta a enfrentar por lo que ahora debía hacer era ceder, no darle la oportunidad a su enemiga de provocarla y caer en su juego. Ahora lo único que la hacía sentirse mejor era tener a Natalia a su lado.

― Todo va a estar bien ― le susurro capturando sus labios.

― La odio tanto ― suspiro

― Hey no te tortures, déjala jamás llegara tan alto como tu

― Pero estoy harta, tan harta...

― Mírame ― lo hizo y le sonrió, quiso comérsela a besos, Natalia era increíble, adoraba la forma que tenia de animarla ― te quiero... no lo olvides.

― Nunca linda ― se aferró a su cintura y la volteo logrando quedar sobre su cuerpo.

La besó despacio disfrutando de sus labios, no habían pasado demasiados días alejadas, pero aun así la necesitaba, Alex sabía perfectamente que se estaba enamorando, también sabía que tenía miedo, pero no quería seguir pensando en ello. No podía.

― Te quiero ― susurro mientras dejaba besos en su cuello, sentía las manos de su acompañante aferrándose a su cintura y como de a poco la temperatura en su cuerpo iba aumentando.

Aun así, Alex no podía dejar de pensar, estaba odiando su trabajo, lo único que deseaba era llegar a su apartamento mirar películas y comer golosinas con su chica. Pero Natalia no era suya, no eran nada y eso dolía ¿Debía dar el primer paso? Era lo que se preguntaba tratando de enfocarse en el cuerpo de la chica. Cada curva era perfecta, su piel suave y delicada, sus labios rosados, algo hinchados por los besos y su voz, diablos amaba su voz

― ¿Qué sucede? ― dijo algo agitada

― Solo... te estaba observando...

― ¿Estas bien? ― acaricio su mejilla

― Solo quiero estar contigo... nada más...

― Siempre voy a estar a tu lado... siempre no tengas miedo por favor no lo tengas.

Pero claro que lo tenía, las cosas nunca fueron perfectas en su vida, pero cuando Natalia estaba cerca era lo más parecido a perfección que había experimentado.

Uno no elige de quien se enamora, no elige a quien le va a entregar el corazón y Alex lo sabía perfectamente. Cada vez que miraba a Natalia sentía que su pecho iba a explotar de emoción, era confuso, extraño y asustaba, pero la quería. Al final del día lo único que deseaba era estar a su lado abrazarla y sentir como sus labios se acoplaban a la perfección