Dada || Kaisoo ✔

III

A la semana siguiente todo seguía patas arriba. Jongin tenía un tremendo dolor de espalda que, juntado con sus ansias de fumar y el hecho de tener que tratar con enfermos mentales, lo hacían aún más insoportable. No conseguía concentrarse con nada, y ya empezaba a pensar que oía voces en su cabeza.

Abrió los ojos, de nuevo en el apartamento vacío de sus amigos. La decoración minimalista en penumbra lo hacía todo incluso más insoportable. No se oía ni un alma, a excepción del tráfico matutino que adornaba la calle principal donde se encontraba situado el piso de Chanyeol y Baekhyun.

Aún recordaba aquella noche, hace ya unos diez años, donde habían bebido más de la cuenta, riendo y cantando con una botella cada uno en la mano. Estaban nada más y nada menos en Liverpool, en un viaje organizado. Chanyeol y Jongin se habían hecho amigos en la universidad, y desde entonces eran inseparables. La Caverna de los Beatles a la una de la mañana lo hacía todo más bucólico.

Iban más bebidos de lo habitual, es cierto, pero la melancolía de estar en aquel lugar, donde habían pasado tantos momentos importantes para la música, les hizo sonreír ciegamente mientras seguían escuchando a artistas callejeros representar temas de los grandes en ese escenario tan mítico. Jongin recuerda aún con claridad cómo se le habían iluminado los ojos a Chanyeol al divisar a uno de los jóvenes que había al otro lado de la barra. Sonaba Penny Lane, y el chico estaba más que concentrado en la canción, saboreando cada nota mientras llevaba el pulso con la mano.

A Chanyeol le ardieron los ojos, aquel muchacho había ido con ellos en el viaje organizado, lo reconoció por su chaqueta vaquera tan llamativa. Tenía la mirada perdida por el alcohol, pero estaba más que avispado mirando al escenario. Yeol no se pudo contener, y Jongin vio cómo se levantaba a hablar con aquel desconocido.

"¿Qué haces?" le preguntó medio atontado mientras seguía bebiendo.

"Voy a hablar con ese chico" sonrió el alto. "Quizá quiera estar con nosotros, parece que no tiene con quién beber."

Jongin no tuvo tiempo de detenerlo, su amigo ya había ido directo hacia aquel chico. Entre la música, vio cómo se acercaba a él y le hablaba amigablemente. El chico sonrió y le contestó encantado. Observó desde su sitio cómo los ojos de Chanyeol brillaban aún más. Jongin rodó los ojos al saber lo que estaba pensando su amigo: aquel muchacho tenía una hermosa voz, seguro.

Pronto estuvieron los tres juntos cantando todos los temas de los Beatles hasta que el local cerró. Fueron por las calles de madrugada, con la Luna bañándolos en un blanco y negro continuo. No pararon nada más que para que Baekhyun diera vueltas sobre una farola riendo.

Aquel chico no tardó en hacerse muy amigo de los dos. Con el paso del tiempo se volvieron inseparables. Jongin en ningún momento se sintió incómodo con el hecho de que sus dos amigos rozaban una relación un tanto distinta a la suya. Simplemente le parecía pintoresco el hecho de que, de la Caverna, aquella noche, saliera una hermosa relación.

Penny Lane sonaba en la habitación de nuevo. Jongin cogió un bol de arroz y se sirvió, mirando cuadros de sus amigos solos, con él, con sus padres... Suspiró por enésima vez. Él también echaba de menos a Baek, estaba muy preocupado. Los recuerdos le golpeaban la cabeza como si estuvieran muy recientes, casi de la noche anterior. Habían quedado enterrados con el paso de los años, y no había pensado en ellos hasta ahora, hasta que él no estaba.

Cuando entró en la oficina con la caja de chicles en la mano, Junmyeon sonrió al ver que se estaba tomando su problema en serio. No llevaba mucho tiempo en la compañía, pero se habían vuelto buenos compañeros de trabajo, ya se consideraban un buen equipo entre ellos. Jongin dejó la carpeta con desgana en el mostrador y se fue directo a su despacho.