Jongin y Chanyeol peinaron toda la zona durante cuatro horas seguidas. Yeol no sabía si ir rápido o despacio para poder fijarse bien en todas las zonas en las que podría estar Baekhyun. Su amigo se fijó en la manera en la que agarraba el volante, hincándole las uñas, y cómo le temblaba el labio cada vez que giraban la esquina de cualquier calle. Sin duda lo estaba pasando mal.
"Desearía tener vista de águila y volar toda la jodida ciudad ahora mismo, Kim" fue lo único que dijo mientras seguía dando vueltas por toda la zona.
Su compañero suspiró y asintió mientras miraba la acera de la derecha, fijándose bien por si veía a Baek. Todo el mundo se había ido ya a su casa, era la una de la madrugada y ellos seguían en Gimpo, sin ninguna pista del paradero de su marido. La calle comenzaba ya a estar en penumbra, y solo con la luz de las farolas era imposible divisar a más de cinco metros de distancia. Jongin sabía que esa noche volverían a casa sin Baekhyun, pero no tenía muy claro que su amigo lo hubiera asumido también.
Chanyeol aparcó el coche por milésima vez en una zona y sacó una linterna para rastrear el terreno. Esta vez Jongin no se bajó con él. Aquello lo superaba, era tremendamente triste tener que buscar sin descanso a una persona que había sido tan fácil de localizar en todo momento anteriormente.
Vio cómo se alejaba en la oscuridad y suspiró para sí mismo, haciendo que saliera vaho de su boca. El termómetro del coche marcaba cuatro grados. Si Baekhyun estaba en la calle en ese instante sin ningún tipo de abrigo, acabaría cogiendo un resfriado. Aunque quizá eso era lo menos fuerte que le podría estar pasando.
Chanyeol tardó media hora en volver, y como siempre, lo hizo solo. Aquello empezaba a ser un juego muy poco divertido. Nada más entrar en el coche dio un portazo, lo que le indicó a Jongin que, sin duda, no estaba de humor. Con mucha parsimonia, arrancó el coche y lo volvió a dirigir hacia Seúl.
Jongin pensó que irían directamente a su casa, y que volvería a dormir en aquel incómodo sofá, como tantas noches había hecho. Se sorprendió al ver que Chanyeol aparcaba en un bar, y sorbiendo su nariz, volvía a salir del coche.
Ambos entraron en aquel bar, alumbrado por una tenue luz roja, y se sentaron en la barra. Sin duda no pegaban nada con la estética de aquel local, él vestido de traje con su maletín y su amigo aún con el uniforme de la policía. Escuchó cómo Chanyeol pedía a grito pelado un par de chupitos para que el camarero lo escuchase por encima de la música. Jongin miró su reloj y vio que ya eran las dos y media de la madrugada, pero no quiso decirle nada, sin duda su amigo lo necesitaba así.
Chanyeol se bebió el chupito nada más lo trajeron, y pidió la botella entera. Jongin fue poco a poco, y supo que esa noche sería muy larga. Suspiró al ver que, mientras él solo se había tomado uno, Yeol ya iba por el cuarto.
"Me siento impotente, Jongin, y no solo eso, imbécil" declaró llenando de nuevo su vaso. "¿Qué debería hacer? ¿Sabes que lo más posible es que esté muerto? Y yo he pensado en quitarme la vida también, pero..." suspiró. "Algo me dice que está vivo, lo está pasando mal, pero se mantiene aquí."
"Chanyeol..."
"Necesito encontrarlo, Jongin, sin él no soy persona. Toda mi vida gira en torno a él, es la persona que más quiero en este mundo, es mi pequeño, y... sin duda lo estoy decepcionando" paró para beber mientras lloraba. "Ahora mismo estará llorando, preguntándose dónde cojones me he metido, por qué hoy no he ido a salvarlo, ¡joder!"
Dio un golpe en toda la barra con el vaso mientras rompía a llorar y todos los de su alrededor lo miraban confundidos. Jongin, que no quería que los acabaran echando del lugar, le puso una mano en la espalda y se acercó a él para mirarlo desde abajo y consolarlo.

ESTÁS LEYENDO
Dada || Kaisoo ✔
FanfictionUn asesinato, una desaparición y una denuncia por malos tratos. Esos son los casos recientes que tienen que atender tanto el psiquiatra Kim Jongin como el jefe de policía Park Chanyeol y su equipo. Sin embargo, ¿cómo lidiar con que sea Byun Baekhyun...