Dada || Kaisoo ✔

Epílogo

"Repite conmigo" habló claramente Jongin. "Hoy he ido a por manzanas al mercado."

"Hoy... he ido..." susurró Baekhyun, agarrándose al diván.

"Sigue... ¿a por qué?"

"A por manzanas... al mercado" lo miró con una sonrisa triste.

Jongin aplaudió mientras se permitía reír leve. Baekhyun, en menos de setenta y dos horas había conseguido decir varias frases enteras. Aún le costaba un poco, no estaba seguro de poder volver a hablar con tanta fluidez, no al menos por el momento, pero ahora que se había recuperado del trauma, debían avanzar poco a poco.

Se encontraban en el despacho de Jongin, donde lo habían acomodado con mantas y cojines para Baekhyun. Se encontraba muy débil, pero se negaba a quedarse solo en casa o en el hospital. Por eso mismo Chanyeol pensó que lo mejor sería que estuviera cerca de él por si le pasaba algo. Además, Jongin sin duda era de fiar.

Una vez habían llegado los refuerzos a la cabaña en el bosque, miles de pistolas estaban apuntando contra la figura de Kim Junmyeon, que reía mientras Jongin lo sujetaba de manos y cuello. En seguida se lo llevaron a una celda de aislamiento para, dos días después, juzgarlo y condenarlo a veinte años de cárcel por el asesinato de Bae Joohyun, el secuestro de Byun Baekhyun y la falsificación de documentos de identidad dentro del cuerpo de la policía científica de Seúl.

Baekhyun, nada más llegaron a la civilización, fue ingresado en el hospital. Jongin juraría mil veces que esa fue la vez que más vio llorar a Chanyeol en los catorce años que llevaban de amistad. Sin embargo, sus lágrimas eran de felicidad, por fin el pequeño Baek ya estaba en su hogar, junto a él. Por eso ahora había que protegerlo más que nunca, y darle todo el amor que le había faltado en aquel mes y medio fuera de casa.

Baek se removió entre tantas sábanas que lo arropaban e hizo un puchero. Estaba casi inmovilizado, pero casi era mejor eso para que pudieran cerrarse bien las heridas de sus piernas y brazos. Había perdido tanta cantidad de sangre esa temporada que le tuvieron que hacer una transfusión. Sin duda debían tener mucho cuidado con el estado de su salud.

"¿Cómo lo hago? ¿Me sale bien? Yo me escucho como a vosotros" indicó con signos Baekhyun.

"Sin duda lo haces incluso mejor que nosotros" sonrió Jongin ampliamente. "Me gustaría, dentro de un tiempo, que probaras a cantar, creo que para la terapia te puede venir bien."

Baekhyun asintió levemente mientras deletreaba "PENNY LANE" con las manos. En ese momento la puerta se abrió, dejando entra a Chanyeol, que sonrió nada más ver a su pequeño. Se acurrucó con él en las mantas y lo abrazó fuertemente mientras le acariciaba el pelo.

"Esto, más que el despacho de un psiquiatra, parece la fiesta de pijamas de una niña de once años."

Una encantadora y leve risita salió de la boca de Baekhyun. A Chanyeol le encantaba ver que ya iba haciendo progresos, incluso si le costaba un poco. Merecía la pena seguir esperando, volvería a escuchar su hermosa voz.

"¿Cómo vais?" preguntó entonces.

"La voz no la ha perdido, eso es lo bueno, solo queda esperar a que hable con más soltura. Después no podremos callarlo, será como antes" sonrió Jongin, recostándose en su silla.