Busco mi libreta de dibujos hasta que de repente recuerdo que se la regalé a Penny.
Rayos
¿Invitar a Penny? O ¿Visitarla?
Me quedo mirando la caja de libros de historia, pensando en un pedazo de hoja para dibujar.
No puede ser tan difícil, sé que mi amada se llama Carter, con eso es suficiente.
Abro la caja, abro el libro de mapas latinoamericanos y en la parte blanca de atrás dibujo a la chica con la que siempre sueño con un lápiz mordido.
Cabello liso, largo, castaño, rojizo, piel blanca... Blanca y perfecta, labios rojos, ojos rubíes, fuerza sobrenatural y... Es una vampira.
No puedo decírselo a nadie, está claro. Pero no sé si la vuelva a ver, no sé si... De pronto esté muerta.
Comienzo a dibujar a la otra chica, la que vi, me fijo en su vestuario y en la posición en la que nos encontrábamos, es fácil saber que es una vampira al quererte como alimento.
Tocan la puerta.
— ¡Mamá! ¡Si eres tú pasa! —Grito despreocupado.
Abre rápidamente la puerta y se acerca a mí, observándome.
—Jack. Explícame, ¿Qué eran esos gritos?
Veo sus ojos, sus ojos verdes llenos de preocupación.
—Mamá, no salgas con dramas ¿Bien? Solo... Sólo fue un severo dolor de cabeza. Es todo.—Jack, ¿Fue severo? Debemos ir al médico, puede ser un tumor.
—Descuida, estoy bien. —Digo concentrado en el dibujo—No es para tanto.
—Cariño... Me preocupas. —Acaricia mi cabeza.
—Créeme. Estoy bien. -La veo a los ojos con una sonrisa.
Ella ríe, una pequeña lágrima sale de sus ojos.
—Bueno cariño, sólo... Grita si me necesitas. —Besa mi cabeza.
Se dirige a la puerta sin antes dejar un aroma a detergente en mis hombros.
—¡Alex! ¡No toques eso!—Se escucha en las escaleras.
Tengo dieciocho y me trata como de cuatro.
Termino el dibujo y lo comparo con el anterior, ambos, coinciden.
Carter, ella es.
Dejo los dibujos a un lado, coloco mis manos en el rostro y me levanto del suelo. Camino hacia el balcón, donde Alex juega con Superman haciendo que vuele por toda la sala mientras que el televisor permanece encendido.
Bajo las escaleras, sin camisa, simplemente con un pantalón. Observo el desorden de juguetes del pequeño Alex, quien grita por toda la sala.
—Alex, ¿Desayunaste? —Susurro.
El pequeño asiente con la mirada puesta en su muñeco de acción.
—Bien, ¿Sabes dónde está el desayuno?
—¡Vuela a la cocina! Justo en el microondas. —Corre a la cocina, lo sigo.
Tomo el desayuno del microondas y me siento en la silla junto a la mesa de la cocina, la cual queda pegada a una pared donde se aprecia a lo lejos una terraza.
Aprecio el plato de mini sándwiches, esos pequeños sándwiches con queso, jamón y bastante mantequilla... Aunque al probarlos no estaban calientes.
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Crónicas De San Castiel Vol 1: Bienvenido Al Pueblo.
Mystery / ThrillerJack se comunicaba con Carter a través de los sueños, ella lo imaginaba mientras estaba en otra época... Quién diría que finalmente se encontrarían. Pero vaya lugar donde lo hicieron, vaya tragedia que les toca enfrentar. Bienvenido al pueblo de lo...