6. Adiós mundo cruel.

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Jack

Acaricio la cabeza de mi madre mientras ella duerme profundamente, con una posición que pareciese que llora por mí.

Por dentro lo hace, le duele verme así.

Sabe que por su culpa estoy aquí, en una camilla.

-Descansa lo que quieras, ya saldré de aquí.

Inesperadamente se escucha crujir la puerta.

-¿Jack?

Levanto la mirada.

-Soy yo. ¿Sucede algo?

Enciende la luz y deja asomar su rostro, una mujer morena, cabello corto de color negro y con una amplia sonrisa me observa.

-Victoria analizó tu estado y tenemos buenas noticias. -Mi madre levanta la mirada con ojos casi dormidos- Te daremos de alta el día de mañana.

-Muchas gracias... -Responde mi madre.

-Carly.

-Señorita Carly.

Victoria aparta a Carly con delicadeza y se dirige a la camilla.

Logro ver su rostro sin maquillaje y con pequeñas pecas en su nariz y por debajo de sus ojos.

-Tengo que irme, no estaré aquí mañana así que te revisaré ahora para no estar alarmados después.

-De acuerdo... No noté tu cabello zanahoria...

Suelta una risita mientras abre mi camisa y toca mi pecho con su estetoscopio.

-Seguramente estabas inconsciente, habías perdido mucha sangre y estabas completamente herido.

-No lo recuerdo... Sólo recuerdo que me dijiste Jack Frost.

Sonríe.

-Jack. Deja a la chica hacer su trabajo.

-Descuide, es muy gracioso.

Suspende el estetoscopio, vuelve a abotonar mi camisa y se retira.

-Victoria, no creo que me veas más nunca por aquí, así que te deseo lo mejor.

-¿Se irán de la ciudad?

-Sí, -Contesta mi madre con voz ronca-es un nuevo trabajo que obtuve y quiero llevármelos.

-Bien Jack. -Observa su reloj- son las cinco de la noche, debo irme. Buena suerte y espero que disfruten el nuevo lugar.

Se acerca hasta la puerta, la abre, Observa unos segundos a Carly y abandona el lugar.

-Hasta mañana. -Carly apaga la luz y cierra la puerta.

Al fin se fueron.

-¿No tienes hambre?

-No mamá, quiero descansar un poco.

-Igual yo, mañana te quiero pendiente de Alex. -Me besa la frente- duerme mi pequeño.

Vuelve a su posición, acaricio de nuevo su cabellera.

Cierro los ojos, suspiro y pienso en ella.

Veo su sonrisa al admirar el paisaje, toca mi mano y llega sus mejillas, les da un beso y sonríe. Como si nada sucediera.

El paisaje cambia.

Me doy cuenta de que estoy dormido.

-¡Estás en peligro Jack! -Me grita.

Su cuerpo se desvanece, poco a poco... Ya iba por su rostro cuando de repente abrí los ojos.

Crónicas De San Castiel Vol 1: Bienvenido Al Pueblo.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora