21. La balada del idiota.

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«●Bernard, 22 de marzo

Las cosas se pondrán un poco extrañas al ver que asesinaste a una criatura que quizás era humano y que quizás tenía una familia.
Pero no te arrepentirás de lo ocurrido, lo contrario, evitaste futuras muertes. Aunque media familia buscará a los culpables.
No te preocupes, mientras no haya rastro de que los conoces, no te encontrarán ni testigo, ni culpable.

Lo que, si notarán, es que... Ya no es lo mismo ni para ti ni para ellos.

Todo cambiará.

Si estás leyendo esto y ya sientes que cometiste un error. No. No es cierto.

No hay errores en la vida, solo los que tú cometes. »


Luego de ver como el cadáver de Victoria se volvía cenizas, Maslow suplica por su libertad.

Los padres y hermanos de Carter se juntan alrededor del mal herido Maslow, todos furiosos y a punto de darle su merecido.

Y yo estoy ahí, entre los dos, para acabar con él.

— ¿Qué harás estúpido híbrido? ¿Matarme? —Ríe. —¡Soy invencible! ¡Inmortal! ¡Ni tú ni el mismo diablo pueden conmigo! ¡Carter será mi mujer! ¡Te guste o no!

—Ya me harté de tus comentarios de mierda. —Golpeo su rostro con gran fuerza y libero al demonio interior con facilidad.

Un espíritu de demonio se forma alrededor de mi cuerpo, empiezo a sentirme más fuerte.

Empiezo a recordar aquella parte del libro: "la mejor manera de acabar con los vampiros es sacarle su corazón, y finalmente quemarlo. Sobre todo, si es el más desarrollado."

Clavo mi mano en su pecho, su mirada de dolor hace que mi sonrisa se vuelva más cruel.

—Podrás quitarme el corazón... — Suspira adolorido—Pero volveré.

Y finalmente, cierra los ojos.

Tessa le quita el collar de cruz invertida.

Edward enciende un fósforo y sin pensarlo lo lanza al cadáver de Maslow.

Mi demonio interno sigue controlándome, hasta que siento la cercana presencia de Carter.

—Ve a casa. —me susurra.

Volteo a mi alrededor para buscar a Juliette, se ha ido mucho antes.

Siento una palmada en mi hombro.

—Jack. —Es Frederick —te lo agradezco.

—Les agradezco a ustedes, esto lo merecían.

—Jack, puedes contar con nosotros para lo que necesites.

—Ya eres parte de la familia, Jacky. —Interrumpe Carrie, alegre y con Dante en sus brazos.

Carter sonríe, pero no está totalmente alegre.

—Lo lograste. —Dice con la sonrisa.

—Estás aquí, estás viva. Es lo único que me importa. —Digo con orgullo. —Pero debo irme a casa, mis padres deben estar preocupados.

—Descuida, yo te llevaré. —Anuncia Dante.

—De acuerdo. Primero me despediré.

Me acerco a Alice.

—Jack. Realmente estoy muy agradecida contigo, gracias a ti nuestra pequeña Carter está a salvo, y desearía poder reunirme con tus padres como agradecimiento.

Crónicas De San Castiel Vol 1: Bienvenido Al Pueblo.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora