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Era Octubre, habían pasado dos meses desde que comenzó el curso y un chico nuevo apareció por la puerta de la clase de ciencias de la salud de aquel internado de Medford. Se rumoreaba que había venido de Ucrania para terminar sus estudios allí aunque nadie sabía el motivo de la tardanza. El chico tenía una piel bastante blanca y portaba un arito fino en la parte derecha de su nariz. Al parecer los primeros que se acercaron a él fueron los del grupo de Worsnop y en unas semanas su reputación ya era de las más altas. Denis Stoff sin duda era uno de los chicos más atractivos del internado y no tardó en tener cientos de chicas a sus pies.

En lo que respecta a los demás, habían surgido nuevos romances. Jake y Jinxx habían terminado juntos después de que Ashley les encerrara en una habitación y no les dejara salir hasta que se hubieran dicho todo lo que sentían el uno por el otro. Ghost y TJ habían salido juntos a divertirse durante varias semanas y los sentimientos habían aflorado en ellos. Las conversaciones de Biersack y Worsnop se habían vuelto mucho más íntimas que antes. Chris y Ricky se estuvieron conociendo mucho mejor. La relación de Ash y Chris seguía estable aunque más de una vez hubo una que otra discusión. Alan y Austin seguían tonteando el uno con el otro. Vic continuaba ignorando a Kellin, que hacía de todo para intentar aunque fuese mantener una conversación algo decente. De primeras todo parecía felicidad pero en el fondo no todo el mundo la mantenía en su corazón.

Era Jueves, un Jueves lluvioso y perfecto para terminar con todo. Hacía tiempo que Oliver Sykes había perdido la esperanza en todo, ni siquiera creía en su relación con Alex y eso le dolía. No se sentía capaz de seguir viviendo en un mundo repleto de dolor y angustia. Se le hacía complicado sobrevivir con una razón, Alex siempre fue su gran pilar pero llegó un momento en el que ni siquiera la persona que más amaba podía sujetarlo. Y es que es difícil lidiar con alguien perdido en sus miedos y en sus demonios y Alex lo sabía quizá más que nadie.

Ya hacía tiempo que Oliver se había sumido en una gran depresión causa de ciertos acosos sufridos en clase. Eso ya había pasado en otras ocasiones, aunque Oli se había estabilizado hace años y no tendría por qué haber pasado nada. Pero la mente humana es un caos que cuesta explicar y que nunca se llega a comprender.

Eran las nueve de la noche, aquel moreno había tomado una soga y había corrido desesperado hasta el parque más alejado de su casa. Las lágrimas brotaban abundantes de sus ojos. Ya no había nada que le parara. La ansiedad había ocupado por completo su mente y su cuerpo. Decidido ató la cuerda que llevaba a una rama y se rodeó el cuello con ella. La lluvia caía con furia sobre su cuerpo y lo agradeció. La tensión se notaba muy claramente. De un momento a otro se hallaba colgando de aquella simple cuerda.

—¡DIOS MIO, OLIVER, QUÉ COJONES HA PASADO!—Jack Barakat le había visto y corría para desatarle—¡OLIVER! ¡OLIVER, DIOS MIO!

Inmediatamente llamó al hospital para pedir una ambulancia y depués a Alex, quien cuando recibió la llamada dejó todo y salió corriendo hacia aquel lugar. Bajó el cuerpo del moreno y lo posó con cuidado en el suelo. Trató de encontrar su pulso pero no había. Jack se desesperó. No podía dejar morir a alguien como Oliver. No podía dejar morir al amado de Alex. No podía legalmente dejar morir a nadie si tenía la oportunidad de salvarlo. Como pudo trató de realizar la maniobra de reanimación hasta que llegaran los médicos.
En poco tiempo Alex había llegado y se había arrodillado ante el cuerpo de Oliver a la vez que lloraba.

—¡NO, NO OLI NO! ¡NO PUEDES DEJARME, NO PUEDES IRTE!—Alex lloraba y gritaba mientras cogía el rostro de Oliver con las dos manos—¡NO, NO, NO! ¡OLI, POR FAVOR, POR FAVOR NO TE VAYAS! ¡NOO!

A Jack se le partía el alma con cada grito desgarrador que emitía Alex y las lágrimas poco tardaron en aparecer en sus ojos.

—¡OLI, ESCÚCHAME, NO PUEDES IRTE Y DEJARME AQUÍ! ¡NO PUEDES TERMINAR ESTO DE ESTA FORMA! ¡NO, ME NIEGO! ¡ME NIEGO! ¡NO PUEDES MORIRTE AHORA, NO! ¡NO PUEDES ACABAR NUESTRA HISTORIA ASÍ! ¡DIOS OLI, TE HE AMADO, TE AMO Y TE AMARÉ COMO A NADA EL MUNDO! ¡NO PUEDES IRTE ESTA NOCHE, NO PUEDES DEJARME! ¡MIRA LO QUE HEMOS CONSTRUIDO JUNTOS, NO PUEDES DERRUMBARLO AHORA, NO PUEDES SIMPLEMENTE ARROJARLO COMO SI DE UNA PLUMA SE TRATASE! ¡NO ME DEJES AQUÍ SOLO, OLI!—Alex lloraba desesperado al borde de un colapso mientras agarraba el cuerpo de Oliver con fuerza

• pain • |internado de bandas| [EDITANDO]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora