—¡Víctor Fuentes!—le gritaba Mike a su hermano—¡Cómo salgas por esa puerta te vas a acordar de mí!
—¡Déjame en paz!
Pero ya era demasiado tarde para advertirle, había hecho lo que quería.
Era viernes por la noche, Vic y Mike habían tenido una larga discusión sobre las amenazas a Austin Carlile durante toda esa semana y el moreno de ojos café había salido de un portazo de la casa.
Mike ya estaba cansado de los comportamientos de su hermano a pesar del poco tiempo que estos se habían manifestado. Simplemente no entendía qué es lo que le pasaba con Kellin Quinn.
Vic había salido a la calle muy cabreado. Su hermano siempre tenía que meter las narices en sus asuntos, no podía ignorarlo. Se dedicó a andar por las calles mientras la lluvia le calaba la ropa. Le daba igual, eso era lo único que le reconfortaba en esos momentos. Oír las gotas chocar contra el suelo y contra él mientras que le resbalaban por el cuerpo mantenía su furia a raya. Era una tormenta como ninguna otra.
Se detuvo en un parque que había por allí cerca, sentándose en un banco mientras contemplaba el paisaje. No había una sola razón por la que volver a casa. No había una jodida razón porque qué más le daba estar allí mojándose que a salvo si su corazón se mantenía en un naufragio continuo. No entendía la furia que Kellin Quinn provocaba en él, era como si le perteneciera. Pero no, Victor Fuentes no iba a admitir que le gustaban los hombres, así que trataría de ignorar esos pensamientos. Se levantó de allí y siguió caminando.
Poco después entró en un bar y pidió un vaso de ron con Coca-Cola, eso le vendría bien para despejarse. Después vinieron dos más, hasta que estuvo lo suficientemente borracho como para olvidar todo lo que se encontraba en su mente. De nuevo se fue a rondar por las calles de Medford mientras dejaba que la lluvia cayera en él y que le calmara, que calmara esa jodida ansiedad que tenía dentro de su pecho.
Las 4 de la madrugada, las 5. Vic no volvía y Mike no paraba de andar en círculos mientras miraba el reloj a cada segundo. No se pudo contener y llamó a Jaime y a Tony, que llegaron en diez minutos.
A Mike le reconcomía la culpa por dentro, se sentía tan culpable de aquello que las lágrimas esa vez salieron solas.
—Si tan solo no le hubiera dicho nada esto no hubiera pasado, Vic no estaría ahora rondando solo por las calles. A saber dónde está—dijo ahogadamente Mike
—No te eches la culpa. Ya sabes el temperamento que tiene Vic, no aguanta nada. Es un idiota sin cerebro que no se da cuenta de lo que hace. No te culpes de lo que no has hecho—le repetía Tony
—Si en una hora no vuelve llamamos a la policía—informó Jaime
Eso a Mike no le tranquilizaba en absoluto. Sería el menor de los hermanos pero eso nunca le impidió madurar. Vic, en cambio, no se tomó para nada la vida en serio y las consecuencias podrían llegar muy pronto.
Jaime y Tony siempre habían estado al pendiente de los hermanos y sabían prácticamente todo lo que les ocurría. En esa ocasión no fue para menos.
—Jaime llama ya—se impacientó Mike histérico—No voy a estar esperando algo que no va a pasar
—Ya voy—se apresuró el aludido
Cuando Jaime llamó, los tres se prepararon para salir en busca del moreno de ojos café. Mike subió a por una sudadera pero se detuvo cuando pasó por la habitación de su hermano, la luz estaba encendida. Contempló las paredes grises totalmente vacías y la cama deshecha con la ropa tirada de forma aleatoria por el cuarto. Toda hecha un desastre, "como su corazón" pensó Mike.
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• pain • |internado de bandas| [EDITANDO]
Fanfic" And if we climb this high I swear we'll never die " ???????????????????????????????????????????????????????????? Es principio de curso en el internado y Kellin Quinn va a empezar su duodécimo grado(2° de Bachillerato), pero la misteriosa aparición...