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Capítulo 24 {Viaje de fin de curso}

—Oliver—el nombre del chico había salido de los labios de Andy al verlo caminando por la playa

Corrió detrás de él hasta alcanzarlo. No sabía qué es lo que estaba haciendo allí y menos a las seis de la mañana. Quizá quería refrescarse.

—Oliver—le volvió a llamar Andy—¿Qué haces aquí? ¿Qué pasa?

—Dar un paseo. El aire fresco no me viene nada mal.

—Son las seis de la mañana

—Me he despertado de una pesadilla

—Vale. ¿Quieres que te acompañe o te dejo solo?

—Ya he estado un rato solo así que quédate conmigo

Era jueves y aún quedaba la mitad de los días de vacaciones. Andy había estado bastante pegado a Oliver durante todo el viaje, incluso compartían habitación. Aquel chico de ojos marrones le traía malo desde hacía tiempo.

—Andy—le llamó Oliver—¡Andy!

—¿Qué pasa?—le dijo esté saliendo de su trance

—Eso debería preguntar yo, que estás ensimismado

—Ah, nada

Y siguieron caminando durante un buen rato hasta llegar a unas rocas, donde se sentaron.

—Parece que hay algo de niebla—dijo Oliver

—Sí, y algo de fresco pero se está bien—le respondió Andy

—Oye, ¿qué vamos a hacer hoy?

—Creo que por la mañana vamos a ir a la playa pero por la tarde es sorpresa así que ya nos lo dirán

—Ah, vaya. Yo pensé que haríamos algo por la mañana.

Los dos chicos contemplaron el bonito amanecer. La isla parecía preciosa con esos tonos violetas y anaranjados. Las vistas eran maravillosas.
Andy giró su cabeza para observar a Oliver y se fijó en lo apagados que estaban sus ojos. Por qué lucían así. Y qué se supone que podría hacer para devolverlos el brillo. Había cantidad de secretos ahí escondidos queriendo salir pero Oliver simplemente los retenía.
Aquel chico le estaba volviendo loco literalmente.

Pasó alrededor de media hora hasta que caminaron hacia la cabaña.

—Oliver—Andy le llamó y se puso de frente a él

Oliver lo miró apremiándole a que dijera su respuesta. Andy simplemente apoyó en la pared un brazo a la altura de su hombro y se acercó a Oliver para después depositar un casto beso en sus labios.

Un suspiro salió de la boca de Oliver.

—Andy...

—Oliver

Se miraron a los ojos durante unos segundos para después volver a besarse.

Subieron de nuevo a su habitación para dormir hasta que los avisaron para levantarse y bajaron a desayunar junto con los demás. Después se reunieron con los demás compañeros y los profesores para ir a la playa ya que aquella mañana era libre.
Se lo pasaron bastante bien y disfrutaron de aquel caluroso día.

Después de comer volvieron a reunirse con los profesores aunque esta vez no sabían la actividad que realizarían.

—Bueno chicos, espero que os lo hayáis pasado bien esta mañana en la playa porque ahora nos toca hacer un poquito de ejercicio. Hoy subiremos a esa montaña—el director señaló un pequeño pico cercano a las cabañas—y dormiremos allí, así que quiero grupos de seis personas. Nosotros nos encargaremos de la comida. Cada grupo tiene que llevar su tienda de campaña así que organizaros para cargarla cuando os la demos. Preparad una mochila con ropa de cambio y pijama y nos vemos en media hora aquí.