• pain • |internado de bandas| [EDITANDO]

Capítulo 26{Viaje de fin de curso}

Más o menos eran las siete de la mañana cuando Ricky se apoyó en la ventana a fumar, sin prisa alguna. Aspiraba aquella sustancia que tanto le calmaba para después simplemente dejarla salir de forma suave a través de sus labios.
No le importaba el mal que eso le pudiese hacer. Aquella terapia de mierda que le había proporcionado el instituto ni siquiera había mejorado una milésima parte de lo que vivía día a día. Su vida seguía dando el mismo asco que daba antes de su intento de suicidio.

—Ricky—la somnolienta voz de Chris le sacó de sus pensamientos

Le miró en forma de pregunta. Por un momento agradeció el haberse terminado el cigarro o Chris se pondría como una madre histérica.

—¿Qué haces en la ventana?

—Tomar el aire—le respondió Ricky a la vez que la cerraba—Pero me voy a ir a duchar

—Ricky

—¿Qué?

—Son las siete de la mañana

—¿Y?

—Hoy tenemos el día libre, ¿recuerdas?

—Sí, ya. Pero quiero ducharme ahora, así me despejo.

Chris no le respondió así que se fue hasta el baño.

El agua caía a lo largo de su cuerpo y le relajaba bastante.
Pasó cuarto de hora y salió de allí mientras que se secaba el pelo y buscaba ropa limpia.

Chris parecía estar dormido así que trató de hacer el menor ruido posible. Después de que se hubo vestido buscó su mechero y otro cigarro.

Se fumaría otro antes de volverse a dormir, así se aseguraba estar tranquilo.
Abrió la ventana para encenderlo e inspirar el humo.

—Ricky

Mierda.

—Perdón—fue lo único que acertó a decir

—No me pidas perdón, eres tú el que se está haciendo daño

Lo sabía de sobra pero se le hacía imposible dejar aquello. Cómo se supone que iba a eliminar lo único que conseguía reducir su ansiedad.

Ricky vivía por y para los cigarros.

Chris suspiró prácticamente dando por imposible frenar aquella adicción. Así que le dio la espalda a Ricky y se dispuso a dormir.
No pasó mucho tiempo hasta que Ricky volvió a la cama.

Hasta las once de la mañana nadie salía de ninguna de las habitaciones, probablemente por la caminata de ayer sumada a la subida, la actividad de orientación y lo mal que habían dormido en las tiendas de campaña.

Pero Vinny sí estaba despierto y ya llevaba jugando videojuegos desde las nueve.

A Josh le despertaron los ruiditos.

—Vinny, ¿qué haces?

—Matar marcianos, ¿es que no lo ves?

—No, pero lo estoy oyendo y ni puta gracia hace

—Ah, vale

Así que Josh ya sabía que Vinny no le haría caso porque era como un niño malcriado.

—Tú, Vinnycencio, ¿quieres tortitas?

—Hala, síiii, ¡que guay!—y salió a correr por el pasillo mientras gritaba—¡QUE JOSH VA A HACER TORTITAS!

—¡Joder Vinny, te voy a reventar la cabeza! ¡¿Es que no sabes fangirlear en bajo?!—le gritaba Ryan saliendo de su habitación con cara de cabreo