• pain • |internado de bandas| [EDITANDO]

Capítulo 20

Era Junio, el bien conocido mes de los exámenes. En la habitación de Kellin todos estudiaban. Ash Costello había pasado a recoger al ojiverde para ir a clases de dibujo y le había informado de lo que llevaría a cabo.

—Kellin—le llamó la chica—Hoy tendrás que posar junto con otro chico

—De acuerdo—le respondió el pelinegro

—Por cierto, ¿que tal van las cosas con Vic?

—Pasa de mí

—Kellin, estás gastando demasiado tiempo en él y además no te sirve para nada.

—Ash, va a merecer la pena. Ya lo verás—concluyó el chico dando dos pasos hasta la entrada del aula

Ash no dijo nada y fue hasta su sitio para después sacar sus cosas y prepararse para la clase.

Kellin ya se había preparado y estaba en la tarima sentado esperando a que comenzaran.

—Kellin, hoy posarás con alguien más—dijo el profesor mirándolo

El ojiverde asintió. En menos de dos minutos Andy Biersack hacía acto de presencia en la estancia. Kellin lo observó atentamente. Sin duda era el hombre perfecto, con su piel blanca, su cuerpo delgado pero esbelto, sus labios carnosos, sus ojos azules y aquel pelo negro. Biersack sin duda era un precioso monumento y Kellin había tenido la gran suerte de contemplarlo al natural.
Además los tatuajes en su piel hacían que tomara un aire imponente.
Ya sentía que se acaloraba a pesar de que entre ellos había más cinco metros de espacio y el foco de luz no ayudaba en nada.

La reacción de Andy al entrar en la sala no distó mucho de la de Kellin. Allí estaba el chico de piel blanca y ojos verdes que tanto encandilaban. La primera vez que lo vió fue en el parque cuando estaba con Jinxx y CC y su aura le llamó la atención. Casualmente Kellin también posaba para la clase de dibujo y no se habían visto ni un solo día en el curso.

El profesor ordenó a los dos chicos que se pusieran juntos en la tarima. El brazo de Kellin estaba apoyado en hombro de Andy y este estaba sentado cómodamente. La situación era comprometida y más estando tal y como estaban.
Kellin intentaba no ponerse nervioso pero le resultaba imposible. Andy era más perfecto de lo que él jamás iba a poder ser. Eso le hacía sentirse más acomplejado de lo que ya estaba. Y no era sencillo lidiar con ello. El ojiverde estaba haciendo esfuerzos inhumanos para no quedar en ridículo. Para su suerte la clase terminó y los chicos pudieron irse a ducharse a los vestuarios. Los focos de la estancia hacían que cualquiera que estuviera debajo se muriera de calor.

Kellin iba envuelto en su toalla cuando chocó con Andy, que se dirigía a su taquilla para coger su ropa.

—Lo siento—dijo el ojiverde bajando la cabeza—No iba mirando

—No te preocupes, Kellin—le respondió Andy—Por cierto, me ha sorprendido el hecho de haberte encontrado posando aquí

—La verdad es que a mí también me ha sorprendido cuando has entrado por la puerta, no sabía que trabajabas aquí

—Supongo que cogieron a varias personas para cambiar de modelo y aquí estamos

—Que coincidencia

Kellin estaba rojo e intentaba evitar el contacto visual con Andy. Le parecía un dios y seguro que si lo miraba se pondría más rojo aún. Maldito Andy.

Los dos chicos continuaron con sus cosas y después cada uno se fue a su correspondiente habitación.

—Kellin—el ojiverde oyó una voz a su espalda cuando iba a entrar a su habitación—¿Dónde estabas?