2ª PARTE: Tijeras fuera

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Decir microcuentos equivale a lectura rápida. Sin embargo eso no implica que las historias diminutas no se puedan alargar. Y hacerlo poco o mucho. Desde duplicando su extensión a incluso multiplicando por diez o más sus palabras.

Aquí muestro tres ejemplos de cómo lo pequeño, libre de los corsés del taller, se puede transformar en algo más grande. O mucho más grande.

Visiones fugacesDonde viven las historias. Descúbrelo ahora