Crisis En Tierras Infinitas [TERMINADA]

Yo soy Ladybug

—¡Tikki, Plagg! ¡Den me su poder!—grité.

Una increíble luz de color lila me inundó y mi traje empezó a cambiar, los puntos habían sido sustituidos por unos adornos de color dorado, y mis coletas habían sido sustituidas por un cabello largo hermoso que era sujetado por un listón lila. Y mi máscara roja ahora era lila con pequeñas franjas doradas al igual que el cuello de mi traje.

Estaba totalmente lista para luchar contra ella, este sería el inició de una nueva era para esta tierra. Se lo prometí a Alya, se lo prometí a Sabine, se lo prometí a Chat Noir. Ella estaba en el centro de la Torre Eiffel esperando a que yo lanzará el primer ataqué su mirada era fría y calculadora sentía que mi corazón se aceleraba a cada minuto. Libraría a toda esta gente inocente de esta catástrofe... Lo juró por mi vida.

—¡¿Que sucede?!— preguntó anonadada.

—Tengo el poder absoluto... Si es lo que quieres saber.— dije mientras una sonrisa inundaba mi rostro.

Estaba volando era perfecto, comencé volar hacía su dirección y comencé a golpearla.

—¡Esto es por Sabine, esto por Alya y esto por Adrien/ Chat Noir! — grité furiosa mientras la golpeaba una y otra vez.

—¡No! ¡Yo estaba apunto de acabar contigo!—gruñó furiosa.

De pronto su compañero de abalanzó encima de mi. Y lo sujete del brazo y lo lancé como si fuera una simple mosca lejos de mi. Y continúe golpeando a Miss Fortune.

—¡Chat Noir!—gritó mientras sus ojos se inundaban de lágrimas.

—¡Ahaha! El gatito es tu punto débil. — exclamé mientras le recordaba lo mismo que ella me había dicho.

Salí hacía la dirección donde había lanzado a Chat Noir y lo sujete del cuello y lo lleve hasta donde ella estaba incada e inmóvil.

—¿Quieres saber lo que sentí cuando mataron a Adrien? — pregunté sin esperar respuesta alguna, y con rapidez tome la misma espada con la que habían acabado con la vida de Adrien.

—No, por favor no.—suplicó Miss Fortune.

Y sin más preámbulo alguno incruste la espada en su cuerpo. Y ella soltó un gritó ahogado.

—¡Eso fue lo que sentí! —concluí.

Y su furia se hizo presente y comenzó a atacarme. Una y otra vez sin parar.

—¿Es todo lo que tienes? Miss Fortune. —pregunte mientras limpiaba la poca sangre de mi labio inferior.

Y comenzó a golpearme con furia asesina. Y cuando lanzó el último puñetazo logré detenerla con mi mano izquierda.

—¡Ay!— se quejó. —¿Como es posible que tengas tanto poder y fuerza?.

—¿No entiendes aún nada verdad?—le pregunté. — Cuando ambos Miraculous se juntan se obtiene el poder absoluto. Y eso fue lo que hice.

—¡¿Qué?! ¿Como es posible eso? —pregunto anonadada. —Fu jamás nos dijo nada de eso.

—El maestro solo iba decírtelo a menos que la situación lo ameritará. —aseguré.