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Sus palabras me dejaron en un shock momentáneo, por lo que me tardé un poco en procesar sus palabras y más aún en reaccionar debidamente, porque estaba admitiendo, no directamente, que seguía gustando de mí. Me di cuenta, en ese instante, que también le hacía daño a Frank y no solo a Bert, así que la culpa me embargó doblemente. Sólo necesitaba una única respuesta pasar saber lo que tenía que hacer al respecto "¿Y ya superaste lo nuestro?" Cuestioné, colocando mis manos sobre sus mejillas, para obligarlo a que me mirara a los ojos, acto que hizo sin dudarlo si quiera. Sus orbes avellanas estaban cristalinos igual que los míos.

"Lo importante es que quiero hacerlo, Gee" Murmuró con un hilo de vos muy débil a la vez que las lágrimas salinas comenzaban a brotar de sus ojos avellanas, manchando sus mejillas y parte de mis manos, que sostenía suavemente estas mismas. Entonces, la realización de todas las cosas surgió a mí, tan de repente, que me aturdió un poco.

"¿Y qué es lo que quieres hacer?" Aparté un poco mis manos de sus mejillas para limpiarle las lágrimas ligeramente, mientras esbozaba una pequeña sonrisa entre mis propias lágrimas, que se deslizaban de forma lenta de mis ojos. Quería muchísimo a Frank, pero tenía que caer en la verdad; él y yo no podíamos estar juntos. Al menos, no por el momento, porque no era sano para ninguno de los dos.

"Superarnos" Respondió con total decisión en su voz, sonriendo también, melancólico. Cerró los ojos durante unos cuantos segundos, sintiendo la suavidad de la yema de mis dedos pasando por su piel, las cuales se encontraban limpiando todo rastro de tristeza de su rostro aniñado.

"Tienes razón en todo" Asentí un par de veces con la cabeza, apartando mis manos de su rostro. Abrió sus ojos y me miró con intensidad, con aquella sonrisa bonita que solía caracterizarlo siempre. Y yo, solo pensaba una cosa más, mientras desviaba mi mirada hacia sus labios "¿Podrías darme un último beso, Frankie?" Me atreví a preguntar sutilmente, sintiendo que mis mejillas se sonrojaban con mucha fuerza ante la vergüenza que sentía en esos momentos.

Entonces ampliaste tu sonrisa, Frank, cuando dije aquellas palabras tan vergonzosas para mí, y te acercaste lentamente, asintiendo con la cabeza, porque también deseabas ese beso de despedida tanto como yo. Colocaste tus manos en mi cintura con delicadeza atrayéndome hacia tu cuerpo, mientras yo, volvía a poner las mías propias en tus mejillas con mucha ternura. Nos miramos intensamente durante unos cuantos segundos y después cerramos, con lentitud, nuestros propios ojos, para inclinarnos y unir nuestros labios en un beso suave, lento y romántico. Y cuando menos nos dimos cuenta, nuestras lágrimas se perdían en nuestros labios unidos, que se movían al compás de una melodía inexistente. Al finalizar el bonito momento, nos separamos con los ojos aún cerrados, disfrutando de la hermosa atmósfera que se había formado entre nosotros.

"Es mejor de esta manera" Oí como susurraba quedamente aquellas palabras, a la vez que apretaba el agarre en mi cintura, como si le doliera alejarse de mí y dejarme ir. Un sentimiento de paz me cubría el corazón para ese entonces, y realmente, me sentí mejor que nunca.

Solté un suspiro enamorado y abrí mis ojos, para descubrir que Frank había abierto lo suyos antes que yo. Alejamos nuestras manos del contrario, y observando aún sus orbes avellanas, le sonreí con verdadera sinceridad "Es mejor de esta manera" Asentí una vez más con la cabeza, afirmando sus palabras dichas. Porque sí, lo era, era lo mejor para los dos; alejarnos.

It's better off this way; frerard; gerbert.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora