EPILOGO:

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 Ya había pasado una semana desde el nacimiento de mi preciosa hija. Zayn fue quien escribió sus nombres en la planilla y este bebé fue llamada: Elizabeth Melanie Karev. Hoy tenía que ir a buscar aquellos estudios que me había hecho el día que nació mi hija, así que abrigué lo más que pude a Lizzy y luego la coloqué en su cochecito y junto a Zayn fuimos hasta el hospital. -Karev, Malik- Dijo un médico que nos llamaba desde una puerta. Con Zayn nos paramos al mismo tiempo y nos dirigimos hasta el pequeño consultorio. Allí el médico nos dio un sobre y luego se despidió de nosotros. Con Zayn fuimos hasta el auto y subimos a nuestra pequeña niña en la silla de bebés que habíamos colocado en el auto de Zayn. -Bien lo abro, total ni siquiera sé porque lo hicieron- Dije entre risas. En aquel papel de alguna forma u otra decía que la sangre de Zayn coincidía con la de Elizabeth. -¿Qué es esto?- Dije con lágrimas en mis ojos imaginándome lo peor que podía. -¿Qué cosa preciosa?- Zayn tomó el papel y luego de leer lo que decía me miró con los ojos abiertos tan grandes como unos platos y con la cara pálida. Si definitivamente era lo que yo pensaba. -Tú fuiste- Le dije mientras derramaba lágrimas- Y tuviste el valor de engañarme y hacerme sentir que en verdad me querías.- Rápidamente me bajé del auto y desabroché la silla de Elizabeth. -Tú no te vas a ningún lado- Me dijo Zayn tomando la silla de mi hija. -Ya déjame Zayn- Le dije y de alguna forma logré arrebatarle la pequeña silla.- Quiero que te vayas que desaparezcas de mi vida, no quiero volver a verte- Comencé a caminar pero me frené y me di vuelta para mirarlo por última vez- Ahora entiendo porque aquella vez me dijiste “Atrévete a quererme”- Las lágrimas no paraban de caer por mis mejillas.- Abrí nuevamente mi boca tratando de pronunciar las palabras pero me era demasiado difícil, y más escuchando aquel pequeño llanto que mi hija había comenzado cuando gritábamos con Zayn- Y ni se te ocurra seguirme- Logré decir entre dientes- Porque no me arrepentiré de hacerte una renuncia, Zayn.- Al llegar les expliqué a mis padres lo sucedido y ellos muy apenados me abrazaron. Luego de un rato subí a mi cuarto donde me puse a jugar con mi pequeña bebé. Con Elizabeth en mi brazos y riendo recordé cada segundo que había pasado con mi hermana, y todos aquellos que sin darme cuenta pasé con Zayn y las lágrimas volvieron a aparecer. -Tranquila linda- Le dije a mi bebé como si ella pudiera entenderme- Ya dejaré de ser tan sensible, pero ahora tu mamá está pasando por el peor de los momentos- Le dije y luego la acosté a mi lado y acomodé algunos almohadones para que ella no se cayera. 2 años después: Hoy era el cumpleaños de Melanie, no en realidad no era su cumpleaños, hoy debería ser el cumpleaños pero por culpa de los “amigos” de Zayn hoy ella no está para su cumpleaños. Así es, luego de unos meses de la muerte de mi hermana menor, la policía encontró a quienes mataron a mi hermana. Terminé de arreglar a Elizabeth y la tomé de la mano para caminar hasta el terreno donde se encontraba el cuerpo de mi hermana. Allí dejamos algunas rosas y unos dibujos que Lizzy había hecho de ella. En la vida uno no siempre puede tener cosas buenas, también debe tener cosas malos, recuerdos malos, los cuales te llevan a los buenos. Como en mi caso mis recuerdos de Zayn siempre me llevaban a mi hermana, quien aun que nadie sepa ella siempre me insistió con que saliera con Zayn, ya que ella amaba pasar el tiempo con él y siempre que se encontraba en sus brazos marcaba una gran sonrisa en su hermosa cara.

¿Quién lo imaginaría?Donde viven las historias. Descúbrelo ahora