-¿Meredith?-Melanie se asomó tímidamente por mi puerta..
-Pasa linda- Yo me encontraba en la cama ya que era sábado y mis padres me permitían levantarme tarde.- Ven- Le hice un lugar en la cama.
-¿Cómo te encuentras?- Preguntó mientras se acostaba a mi lado.
-Mejor, hace tiempo que no vomito-Le sonreí y ella me devolvió la sonrisa.
Melanie me había preguntado por esto ya que hacía unos días me la pasaba vomitando. Pero no a cualquier hora, siempre vomitaba entre las 15:00 y 16:00 hs y a la madrugada entre las 5:00 y 6:00 de la mañana, pero por suerte esta noche no me tuve que levantar ni una vez.
-Me alegro de que estés mejor- Dijo tiernamente mi hermanita y yo le besé la frente.
-Ven, vamos a desayunar-Corrí las sábanas y senté a mi hermana en la cama, bajé de ésta para buscar sus zapatitos y se los coloqué para que no se resfriara al andar descalza por la casa. Mientras ella bajaba, yo busqué mis pantuflas y me dirigí a la cocina.
-Siéntate y mira la televisión, yo te haré tu chocolatada- Melanie siguió mi orden y se sentó en la mesa, y yo le arrime la silla, luego me fui a la cocina y le preparé el desayuno mientras que a mí sólo me serví un vaso con jugo y me hice una tostada.
-Deberías comer más, estás muy flaca- Mi madre entró a la cocina luego de saludar a Melaniem tomó la taza de Melanie junto a la panera la cual le había puesto galletitas y se dirigió nuevamente al comedor para llevárselo a mi hermana.
-No tengo mucho hambre- Le sonreí mientras ella se iba, y tomé un sorbo de mi jugo.
Terminé de desayunar y lavé mi vaso junto con la taza de Melanie, luego subí a mi habitación y como todas las mañanas conecté mi celular a un pequeño parlante que mi padres me habían traído de un viaje a Miami que ellos realizaron y entré al baño de mi habitación para tomarme una ducha.
Apenas salí me cambie, me puse un short, no tan corto como lo usaban la gran mayoría de niñas, y una remera suelta, salí del baño y me dirigí a mi cama para recostarme hasta que mi pelo se secase.
Los minutos pasaban y mi aburrimiento crecía más y más, así que llame a mi amiga Tessa y a los minutos ella se encontraba en casa con un pequeño bolso para quedarse a dormir.
-Chicas- Mi madre nos llamó para bajar a comer el almuerzo.
-Ya vamos ma- Gritó Tessa.
Tessa era mi mejor amiga desde pequeña, ella siempre venía a mi casa y se quedaba por dos días seguidos, a veces hasta más de dos días pero eso solo ocurría en épocas de vacaciones. Con el tiempo mi madre comenzó a quererla cada vez más y ella a mi madre también. Hacía ya dos años que Tesaa trataba a mi mamá como su segunda mamá y siempre le decía, ma o mami, lo cual a mi nunca llegó a molestarme, ya que me agradaba la idea de que Tessa pudiese querer tanto así a mi madre luego de que su madre falleciera a causa de una enfermedad, si mal no lo recuerdo la enfermedad era cancer.
Dejamos la computadora en su estuche y bajamos hasta el comedor, donde nos sentamos junto a mis padres y Melanie a comer.
Luego de comer, con Tessa levantamos todo lo de la mesa y volvimos a subir a mi cuarto. Detrás nuestro venía mi hermana quien apenas entró a mi habitación corrió hasta mi cama y comenzó a saltar, haciéndonos desear a mí y a Tessa. Segundos más tarde las tres nos encontrábamos saltando y riendo. En un momento con Tessa tomamos a Melanie y le comenzamos a hacer cosquillas hasta el momento en que comencé a sentir nauseas y corriendo fui hasta el baño donde vomité todo lo que había comido en el almuerzo.
-Meredith ¿te encuentras bien?- Tessa me tomó el pelo y yo continué vomitando.
-¡Mamá!- Melanie corrió hasta donde estaba mi madre y la trajo hasta mi habitación.
A los minutos mi madre se encontraba a mi lado llamando al médico. Pidió un turno pero por mala suerte este lo teníamos a tres días de la fecha.
-Ve a bañarte-Dijo mi madre mientras abría el grifo de la ducha y todas salían del baño.
Salí de la ducha y me puse el pijama y me dirigí a mi cama ya que me sentía exhausta.
-Saldremos a buscarte remedios Meredith, cuida a Melanie con Tessa- Dijo mi madre y junto a mi padre se despidieron de mi para poder ir a la farmacia.
-Melanie, Tessa- Las llamé apenas se fue mi madre- Meli, Tessa te cuidará yo dormiré un rato- Miré a Tessa y ella asintió, y luego amabas desaparecieron de mi habitación.
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¿Quién lo imaginaría?
Fiksi PenggemarMeredith Karev es una adolescente de tan solo 16 años de edad y asiste a la secundaria Mckinley, la cual se ubica en Estados Unidos,Ohio en la ciudad de Toledo. Ella es de una estatura mediada, tiene ojos verdes claros y su cabello es castaño como e...