Capítulo 10.

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Creo que esta noche será una de las más largas pero ahora ha cambiado el contexto, pues en esta ocasión quisiera que la noche nunca terminara, ya que, lo más seguro es que no consiga el sueño, todo por tu culpa, sí, por tu culpa Robert Adams.
<Yeremi me ha transmitido su demencia estoy hablando sola, ah no es su culpa eso es algo que hago desde el principio jajá>. Papá continuó actuando distante, no obstante, no me importa pues él solo busca motivos para discutir conmigo. Por primera vez no quiero restregarle en el rostro todo aquello que pienso o todo aquello cuanto me molesta sobre él, prefiero mantener esta alegría conmigo hasta que dure...
Las semanas van pasando, el tiempo vuela, mientras más comparto con Robert más me doy cuenta que es inevitable no sentir esto que crece dentro de mí, como no caer en las redes del amor cuando alguien vela por ti y está al tanto de todo cuanto acontece en tu vida.
Robert como ya lo había dicho antes es todo un caballero, esta dispuesto a esperar,  a aguardar por mí es distinto a todos los demás, él es diferente, pareciese que viene de otra época: tal vez de tiempos medievales cuando aún existían esa clase de hombres, los cuales las personas solían llamar caballeros.
A veces me siento que no soy auto-suficiente pues él insiste en abrirme la puerta antes de entrar o salir, además de que siempre extiende su mano para mí, es atento y ni mencionar cuan sentimental es... ha escrito versos para mí, me pregunto ¿seré yo merecedora de tanto amor?.
Los días en la escuela dejaron de ser monótonos continúe cargando mi cruz ayudando a Yeremi a quedar bien, ¡como siempre!  A pesar de que he notado cierto comportamiento entre Yeremi y Robert, “pareciera que ambos no pueden siquiera tolerarse”, pero ¿por qué? Si estos solían ser muy buenos amigos, ¿qué será aquello que está causando estragos entre su amistad? Trato de permanecer al margen pues no quiero perder a ninguno de ellos. No es tampoco que me crea Elena de Troya ni nada por estilo, pero no quiero ser la causante de su enemistad.
Mis días han cambiado, espero que todo en mi vida continúe haciéndolo. A pesar de que no me está yendo de lo mejor con mi padre, pero al menos estoy bien… en cuanto a la crisis y mi enfermedad no tengo tiempo para pensar en ello, me gusta hacerme creer a misma que estoy bien, que esta no es mi vida y que no me pasará nada, disfruto de mi falsa fantasía <bueno al menos mientras dure>...
En la escuela mi única preocupación era Isabel y la Señora Allister pero estoy demasiado ocupada para prestarle atención a esas dos, Robert Robert Robert todo mi mundo gira alrededor de él, él es la razón de mi existir, es aquello que me hace sonreír, me hace sentir especial. Es inevitable que Yeremi no nos interrumpa de vez en cuando, es como si no me quisiera ver cerca de Robert o al menos eso creo…
Salí del aula porque sonó la alarma: debo tomar mis medicamentos, aproveché para pasar por el tocador, allí encontré a Leidy Ann la chica más extraña en toda la escuela con la cual nadie conversa, estaba llorando, no sé lo que le pasa pero no debo actuar indiferente, se lo debo tanto a Yeremi como a Robert. no es la primera vez que la veo en estas acciones. Siempre está llorando aquí en el baño, yo estoy harta de sus dramas e hice lo contrario a los demás pues en vez de verla y ejercer una crítica, me acerqué a ella y traté de ayudarla. Ella actuaba como loca hablaba sola, <bueno eso no la hace loca pues yo también lo hago jajá>. Después de hablarle y hablarle por fin logré sacarle unas cuantas palabras, todos necesitamos hablar con alguien en un momento determinado, yo le brindé una mano amiga, le presté mis odios pues ella necesitaba alguien que la aconsejara.
- : ¿Debe haber algo mal dentro de mí? lo sé, esto que siento no es normal.
Intentaba descifrar a que se refería pero ella solo articulaba mensajes absurdos que podrían sobreentenderse. Hasta que por fin me dio un punto por el que pude partir...
- : Estoy confusa acaso ¿será esto amor? Pues ¡no quiero sentirlo!
No supe que decirle bueno le repetí la misma basura que me dijo Yeremi, “bla bla bla el amor es el hermoso no te niegues a sentir esa experiencia”… ella sonreía al escuchar mis palabras y por su mirada me di cuenta que ella me veía como si yo no la entendiera. <Bueno al menos hago un esfuerzo>.  :
- : ¿Quién te dijo toda esa basura?
- : Yeremi Torres…
- : ¡Con razón! No me digas, y tú le creíste, ese chico es un vil ruin.
Debí imaginármelo que no era bueno mencionar su nombre enfrente de ella, pues todos en la escuela saben que Leidy Ann odia a Yeremi Torres.
- : No te imaginas cuán difícil es sentir algo que va en contra de tus propios principios, que no es aceptado por la sociedad y peor aún es tener que permanecer en silencio viendo como ese ser a quien amas es feliz en brazo de otra persona. El amor es una mierda (expresó con rabia y pudor).
- : No tengo experiencia con eso del amor pero si algo es capaz de causarte tanto daño es mejor que lo alejes de ti, no siempre lo que queremos es lo que nos conviene además no hables así del amor pues es un concepto abstracto que es de carácter relativo.
Se limitó a mirarme como si pensara en lo que le decía, yo la dejé sola para que meditara detenidamente.
- : bueno espero que puedas resolver tus problemas.
Tomé mi pañuelo y sequé sus lágrimas, peiné un poco su pelo y le dije no dejes que los demás sepan que estas mal, no le des el lujo de que te vean débil.
Al entrar al aula Robert me comentó que quería ir a mi casa, y de esa manera conocer a papá y demás yo traté de evitar tocar esos temas, pero Robert es muy persistente, me siento mal con Yeremi pues he estado un tanto distante con él pues no quiero seguir causándole problemas con Isabel además no sé ¿por qué él siempre tiene algo que contarme justo en el momento cuando estoy con Robert? En cuanto al chico que me gusta le dije que primero debo preparar el terreno o sea que tengo apasionar las cosas con papá, pero para empezar lo presentaría como mi amigo para cuando él ya sea mi novio papá no sufra un paro cardiaco.

El día llegó, conversé con papá. Era de esperarse que se alterara, no tuve el valor de contarle la verdad pues él es muy obsesivo conmigo, sonó el timbre.
- : Papá hay alguien que quiero que conozcas..

Esperando Un Cambio.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora