Capítulo 08

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BRISAS DE INVIERNO.

Estaba prácticamente volviéndome loca, a pesar de que no supe que responder, temo que papá me haya visto, no sé si les comente pero aunque no lo parezca papá es un tanto obsesivo conmigo.
Sus palabras se podían sobreentender,  además de que no estoy segura de que, él sería capaz de  hacer, en sus ojos había algo extraño que nunca antes había visto, no parecieran los mismo ojos que me regalan cada día esa mirada mañanera.
Yeremi me llamaba constantemente, yo preferí instalar whatsapp para de esa manera pasar por desapercibida, lo que inició como una herramienta de trabajo con el fin de comunicarnos, se convirtió más adelante en el pretexto a mi adicción pues pasaba largas horas conectada en el celular conversando con Yeremi o con Robert, ambos no me dejan si quiera respirar, pero me gusta el hecho de poder conversar en todo momento con ellos.
Yeremi me hace sonreír bastante además de que siempre estoy debatiendo uno que otro tema con él, en cambio con Robert todo es distinto ese chico me sube a las nubes y me baja las estrellas, con Robert converso y hablo libremente, es alguien con quien tocó temas personales podría decir que él es mi confidente pero con Yeremi  comparto y me divierto es mi compañero de aventuras y locuras quien diría yo teniendo amigos después de que me pasé la mayor parte de mi vida evadiendo las personas.
Ahora me veo en la obligación de compartir con todos, convivir con los demás me parece bien por el momento, aunque todavía hay ciertas cosas que quiero que cambien en mi vida, lo que me recuerda que todavía estoy esperando un gran cambio en mi vida.
Era obvio que papá notara unas cuantas innovaciones que estaban surgiendo en mi monotonía pues ahora paso más tiempo encerrada en el celular. Es obvio que se dé cuenta que estoy muy apegada a aquel aparato, ya que, a veces me llama y la red está ocupada pues suelo hablar bastante con los chicos. Yeremi tuvo que enseñarme como mandar notas de voz por WhatsApp él dice que mi tono de voz suena excelente pero debo esperar que los segundos empiecen a correr antes de comenzar a hablar, del mismo modo sucede cuando termino de grabarlos, (¡Wow! esto es nuevo para mí), Yeremi aprovechó mi amistad para que le ayudará en las demás materias siempre me comunicaba cuando no entendía algo, además de que casi no tiene tiempo para cumplir con las tareas pues es capitán del equipo de básquet pero siempre que puedo le asisto, lo que me pregunto es como este chico puede sacar tiempo para conversar tanto conmigo ¿sin que Isabel le interrumpa? pues la "bruja de Blerk" es un tanto obsesiva, y tiende a consumir todo el tiempo de las personas.
Verdaderamente es cierto que estos dos no van a terminar nada bien.
El día se acercaba Yeremi y yo coordinamos conversábamos por vídeo llamadas a través del computador de esa manera intercambiábamos ideas u opiniones, ya estábamos listos, le sugerí a Yeremi que fuéramos vestidos formales para hacer las cosas distinta a todos, imprimimos folletos, y lo repartimos a todos en el aula, usamos materiales de apoyos como cartulinas y un proyector además de que, explicamos todo el contenido que estaba en la pizarra,  también  realizamos un trabajo por escrito y anexamos un análisis al final del trabajo, en donde Yeremi y yo planteamos nuestro punto de vista.
No puedo creer que al fin me sacaré a la Señora Allister de encima, en parte he disfrutado trabajar en conjunto con Yeremi pero ¡ya basta! sé que es probable que vuelva a retomar mi vida normal, algo pasará eso siempre acontece. Mientras… disfrutemos del viaje.
Observaba a Yeremi, el chico parece todo un catedrático, al tener dominio del tema puede hablar libremente sobre el, expresa el contenido con sus propias palabras, yo quedé perpleja, por un momento olvidé que estaba cursando el tercer grado y pensé que ya estaba en la Universidad.
La Señora Allister estaba fascinada podía verlo, en el reflejo de sus ojos a través sus lentes, ella cruzaba los hombros mientras recostaba su espalda de la pared, cruzó su pie izquierdo por encima del derecho y lo afincó sobre el suelo con la punta de su zapatilla. Desde lejos se notaba esa seña de lo que podría llamar “una sonrisa de satisfacción” además de que podía ver su interés en lo que decíamos, cuando en medio de la presentación levantaba sus cejas.

Esperando Un Cambio.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora