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Luego continúa el delirio.

Hay tres lugares, los cuales conozco bastante bien, estos son: el hospital, mi casa y la escuela, de los tres he pasado mucho más tiempo en el primero, hasta llegué a creer que ese era mi verdadero hogar, ya que cada vez que sufría una crisis duraba semanas allá, por el momento las crisis han cesado y no me alegro, pues todo indica que al parecer el acto final se acerca y cuando lo digo me refiero a que tal vez este en camino la última crisis y es seguro que sea la más dolorosa de todas.

¿Quieren saber qué me pasa O cómo es más o menos esa crisis de la cual hago mención? Bueno, aquí vamos:

Tan sólo imagínense un gato tratando de expulsar una bola de pelos, y que dicha bola de pelos se atore en su garganta cortando el más mínimo conducto de aire y lo asfixie lentamente, (nada lindo verdad) esa soy yo, cuando hago mi numerito, monto mi espectáculo y sufro una de mis tan famosas crisis, las cuales me ocurren debido a que no puedo sostener el aire en mis pulmones. Según mi doctor debo controlar mis emociones, (él me llama un caso especial) puesto que, no se explica cómo aún continua con vida, debido a que durante el embarazo de mi madre mis órganos no se desarrollaron por completo. A ello se debe la sobre protección de mi padre, para él todo es un riesgo, y su estado se volvió aún más enfermizo cuando mamá murió y yo me convertí en lo único que le queda, mi padre me ha privado de todo, hasta el punto de que yo prefiere vivir un minuto de libertad, a toda una vida de esta manera, en la única cosa que ha sido un tanto flexible es que aún no ha conseguido como evitar que vaya a la escuela. él maneja todos los días antes de ir a trabajar, se empeña en llevarme y traerme de regreso a casa.

Si creyeron que en el comedor éramos un desastre, se equivocaron, somos peores cuando vamos en el auto: su imagen fija y atenta en el camino, el silencio me consume poco a poco y veo cómo muere lentamente la esperanza de que nuestra situación mejore, odio el hecho de no poder discutirlo al respecto, debo pasar por alto todo, mi salvación es el cristal de la puerta en donde me siento, recuesto mi cabeza sobre él y me pierdo con la sucesión de imágenes que pasan por mis ojos.

Aunque parece ser reconfortante poder ir a la escuela y fingir ser una persona normal, es insoportable lo que experimento cuando llego a aquel lugar, pues siento como la mirada de todos me apuñalan, escucho los susurros en los pasillos y para culminar veo eso que tanto detesto en los ojos de las personas, (lástima) dicha sensación que aborrezco con todas mis fuerzas, pensé que las terapias o las constantes visitas al hospital eran lo peor que podría pasarme, mas, prefiero lo segundo antes de lo primero.

¿Cómo sobrevivo? aquí les dejo el truco.

Fijo una meta en mi mente, me concentro, trazo adónde voy, ciego mi vista y lo único que veo es directo hacia donde me dirijo, así que si una vez te pasó por el lado y no te saludo no es que te ignore es sólo que estoy muy ocupada tratando de pasar por alto el hecho de que existes, Jajá si al menos se molestaran por conocerme se dieran cuanta de mi gran sentido del humor. Pero por lo visto eso es algo que me llevaré a la tumba.

¿por qué me esfuerzo por tener una vida? en cualquier momento podría perderla, es como si comenzarás un plan aun sabiendo que no podrás terminarlo o que deberás tomar el riesgo de que tal vez no logres ver el resultado de tus esfuerzos, pero que más da, debo de entretenerme con algo, pasar el rato y aunque no lo creas tu y yo somos iguales ambos vamos a morir, la enorme diferencia está en que yo viviré de manera efímera, mas, tú tienes la dicha de que tal vez vivas para ver el resultado de tu esfuerzo, en cambio en mi caso esa probabilidad es nula.

Lo que le resulta un tanto molesto a los demás es que aunque no me esfuerce para obtener buenas calificaciones siempre las consigo, soy prácticamente la primera en la clase, siempre trabajo sola, y actuó de manera indiferente, ya que debo mantener al margen, si me encariño con uno de ellos, me dolerá lo que me digan o lo que piensen de mí.

En receso todo es normal busco el peor asiento de todos, para que así nadie se me acerqué, en el caso contrario sigo comportándome de manera natural, hago como si estuviera sola en la mesa, cierro mis oídos y escucho mis pensamientos, ya les dije que soy buena actriz he aprendido del mejor jajá.

Al final de clase llamó a papá lo espero 10 o 15 minutos fuera de la escuela luego volvemos a casa, luego se repite la misma escena.

Papá: - ¿Amor cómo estuvo tu día?

-: ¡Excelente! ¿cómo estuvo el tuyo en la oficina?

-Papá: - Más o menos mucho trabajo, pero estoy bien. No quiero aburrirte con mis problemas de oficina.

Lo miro a los ojos, le doy un beso en la mejilla subo las escaleras y me encierro en mi fortaleza (o sea mi habitación). Él en cambio, se marcha a su despacho, da dos toques en mi puerta, cuando la cena esta lista, por lo general ceno en mi habitación, bajo el pretexto de que tengo clases que hacer, luego me duermo con la interrogante ¿Seré capaz de poder ver un nuevo día?

Y así culmina mi maldita monotonía.

Esperando Un Cambio.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora