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viernes, 2002

Las lágrimas caían lentamente por las mejillas del pequeño, quién se encontraba entumecido en un rincón del cubículo del baño escolar. Su cabello negro ocultaba la palidez que había en su rostro. Se estaba abrazando a sí mismo, balbuceando las mismas palabras que sus agresores le habían dicho unos minutos atrás. Y que, tristemente, le recordaban a las que su padrastro le gritaba cada vez que se paseaba por su campo de visión.

Para la sorpresa de este, la puerta del cubículo se abrió, por lo que levantó rápidamente su cabeza, dejando ver sus rojizas mejillas mojadas y ojos cristalizados.

—Hey, ¿qué haces aquí? ¿Estás bien, niño? —preguntó un chico que, al igual que él, también tenía el cabello negro, pero lo que le hacía diferente eran esos grandes ojos azabaches, los cuales transmitían preocupación.

—Eh, sí, por supuesto...  —Jimin sorbió su nariz y sonrió forzosamente, tratando de que su mentira fuera tragada por el chico desconocido.

Por un breve momento, se instauró un silencio incómodo en el lugar, hasta que el recién llegado volvió a hablar—: Mm... Me llamo Jeongguk, Jeon Jeongguk. —habló, extendiendo su mano hacia el contrario, quien se veía más bajito y frágil que él.

—Jimin, Park Jimin.  —respondió el otro en un tono casi inaudible, apretando fuertemente la mano de Jeongguk mientras le observaba.

Sus ojos lentamente se cristalizaron, provocando que, inconscientemente, se tirara encima de él.

Y es que fue que Jimin finalmente obtuvo un hombro para llorar, y alguien a quien amar.

BODY DYSMORPHIC [kookmin]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora