Se oían los gritos desesperados del chico mientras golpeaba las paredes de su habitación, destruyendo todo a su paso.
Jaló su cabello con frustración, gritando cada vez más fuerte. Haciendo quemar su garganta, como si se tratase de fuego.
Cuando por fin pudo parar, se acurrucó en una de las esquinas de su habitación, tratando de recuperar la respiración.
Con las lágrimas corriendo por sus mejillas se acercó a su mesita de noche y abrió el primer cajón sacando sus pastillas para dormir.
Fue a la bañera y dejó el agua corriendo, mientras tanto fue a buscar un vaso con agua. Cuando todo estaba listo, se acostó en la bañera.
Vació la mitad del contenido en su mano y tomó el vaso de agua a su lado.
Esta era su oportunidad de rehacer todo lo que había hecho mal.
De no perder a su madre.
De ser un niño normal.
No enamorarse de Jeongguk.
Tragó las dos primeras con inseguridad y luego, sin resentimiento cerca de diez más se colaron en su boca.
Esperó el efecto mientras las gotas saladas seguían saliendo de sus ojos. Un retorcijón se produjo en su estómago y sintió como si hubiese sido golpeado en la cabeza unas cuantas veces.
Mordió su labio tratando de no gritar por el dolor, pero tan rápido como apareció, se deshizo.
De repente una extraña alegría llenó el ser de Jimin.
Lentamente, miró las constelaciones extendidas de sus brazos. Las manchas habían desaparecido y solamente se podían observar las líneas, ya no estaban las estrellas.
Frunció el ceño y miró hacia el gran espejo del baño.
Por fin, el muchacho pudo verse como en realidad era.
Las grandes ojeras debajo de sus ojos negros se hacían más visibles por la palidez que había adquirido su piel. Sus clavículas marcadas rodeadas de rasguños y sus brazos con una cantidad inimaginable de líneas.
Ya no veía un gran problema en sus brazos, las manchas habían desaparecido y no escuchaba más voces.
Estaba bien.
Aunque aún se preguntaba por qué no había caído en un sueño profundo.
La puerta de la habitación se abrió de golpe y la luz se hizo presente en el pequeño espacio del rubio.
Era Jungkook.
❀
"En el apartamento solo se escuchaba como la lluvia golpeteaba suavemente las ventanas, y también los casi inaudibles susurros que provenían del baño. Ahí se encontraban dos chicos, abrazados alrededor de pedazos de un espejo, uno de ellos besando cada centímetro de las mejillas del otro."
Ese día las circunstancias hubieran sido diferentes si Jungkook hubiera llegado con Jimin una hora antes. En vez de gastar su tiempo dandole explicaciones a su ahora ex-novia.
En cuanto Jimin tomó las pastillas y sintió aquel dolor de cabeza cayó en un sueño eterno. Por fin se sentía libre y todo eso se lo debía a Jungkook.
El castaño al llegar a la habitación vio pedazos de espejo y pastillas regadas por el piso. De inmediato, Jeongguk llamó a una ambulancia, pero ya era demasiado tarde.
Jimin seguía respirando después de media hora de ingerir las pastillas, el muchacho tenía la oportunidad de ser salvado si alguien se hubiera aparecido en su habitación diez minutos antes, pero lastimosamente no fue así.
Todos estaban sorprendidos por la muerte del chico, no obstante, los que estaban completamente destrozados fueron su tía y Taehyung. Jeongguk sintió como si se hubiera muerto con él. Trató de encontrar alguna carta, algo que hubiera dejado en la habitación, pero lo único que pudo hallar, fue una pequeña frase dirigida para él.
- Moriría por tí. Te amo tanto Jungkook.
Y con eso acabó una historia de amor. Sin un final feliz y con dos corazones rotos.
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BODY DYSMORPHIC [kookmin]
Fanfiction❛ y en esta noche, jeongguk. te dedico las estrellas. ❜ ✧ Contenido homosexual, si no te gusta, vete. ✧ TOP¡!JEONGGUK;BOTTOM¡!JIMIN 27.11.16