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lunes, 2003

—Apuesto diez.

—Pues yo quince.

—Veinticinco dólares a que Jeongguk está saliendo con alguien.

Los que se mantenían apostando se giraron a mirar el rostro de la señora Jeon.

—Por dios, lo conozco, es mi hijo. —soltó, suspirando.

Namjoon, el hermano mayor del chico, y Yoongi, el hermano del medio, miraban a Jeongguk, quien se encontraba mirando despreocupadamente la televisión. Los mayores trataban de atravesar el alma del niño.

—Para mí, Jeongguk es mi hija. —emitió el padre de los Jeon. Los hermanos comenzaron a reír, el mencionado solo se dedicó a resoplar.

—No tengo nada de niña. —protestó el menor.

Su padre colocó una mano en su barbilla, para luego sonreír. —Claro que sí, te demoras más que tu madre en arreglarte, gritas como una y... Oh.

Jeongguk se levantó del sillón y se sentó en una de las sillas del comedor. —¿Qué?

Su padre le susurró algo al oído de su madre, provocando que ella soltara un pequeño grito de emoción. Luego se lo mencionaron a sus hijos mayores, y todo eso sin que Jeongguk escuchara algo.

—Dime, hijo. —murmuró su padre mirando sus uñas de forma indiferente. —¿Cómo estás con ese chico Jimin?

El cuerpo del menor se tensó al escuchar el nombre de su querido amigo. Tragó saliva y se recargó en la mesa, sacando una pelusa de su camisa.

—Bien. —dijo finalmente, sintiendo como todos sus familiares le miraban. —Es muy lindo.

—¡Lo dijo! —vociferó Namjoon, quien se levantó chillando por toda la casa, al igual que sus padres.

Jeongguk veía la escena sin entender, miró a Yoongi, el único que no se había levantado, tratando de que él le explicara lo que acababa de pasar.

El mayor lo miró con una sonrisa y se recostó en la silla. —Acabas de decir que te gusta, idiota.

—Oh. —Una sonrisa se formó en sus labios. Deseó que Jimin estuviera ahí con él.

En cuanto a Jimin, él estaba acurrucado en una esquina de su habitación, observando como las manchas de sus brazos se hacían más grandes.

Se levantó, con un dolor intenso en sus piernas, tratando con todas sus fuerzas de llegar al baño de su habitación. Miró su reflejo, y no sintió nada más que asco.

Esa sensación avanzaba rápidamente por todo su cuerpo, llenando sus ojos de cólera.

Observó detenidamente el espejo.

El color de sus ojos no era lindo.

Sus mejillas estaban bastante rellenas.

Sus labios eran extraños.

Su nariz no era para nada linda. Nada en él era lindo.

Entonces lloró.

Porque no era lindo.

Y Jeongguk si era lindo.

Entonces, no podía ser su amigo.

Porque los bonitos no se juntan con los feos.

BODY DYSMORPHIC [kookmin]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora