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El rubio apretaba los libros contra su pecho con fuerza. Envuelto en un bochornoso silencio mientras pasaba por el pasillo.

La gente murmuraba a su alrededor y no dejaban de mirarlo. Trataba de respirar, pero la situación le agobiaba.

Se acercó a su casillero, dejando varios libros dentro. Al cerrarlo, la palabra "fenómeno" era lo único que se podía entender en el lío de palabras escritas en él.

Con un suspiro, cerró el casillero y sacó su teléfono.

Desde aquel día en el que conoció a Taehyung, el chico depresivo de las terapias, no habían perdido el contacto.

Hace tiempo que no sentía un cariño no familiar. Obvio, quería mucho a su tía, pero agradecía poder sentir el aprecio de alguien nuevo. Se podía decir que el otro chico era lo más cercano a un amigo.

Su celular vibró, le había llegado un mensaje. Jimin creyó que era de Taehyung, pero no.

XX; 16:37 pm:

Jimin, soy Jeongguk.

Lo siento.

Frunció las cejas. ¿Cómo rayos consiguió su número?

Estaba a punto de contestar su propia pregunta cuándo cae al piso y se escucha una ensordecedora carcajada.

- Vaya Park, pensé que habías aprendido a no quedarte solo en los pasillos. - Era Jaebum, y a su lado estaba Jungkook.

Jimin trató de ignorarlo y solo levantarse, pero este comenzó a golpearlo en el abdomen, gritándole algunos sinónimos de "imbécil".

El rubio solo trataba de cerrar sus ojos, los cuales estaban llenos de lágrimas, no quería mirar al castaño a la cara.

—Vamos, Jeongguk, este imbécil merece un buen final.

No lo haría, supuso, él jamás lo haría.

Entonces Jungkook lo golpeó en la cara, haciendo que su ceja sangrara.

Pero eso no le dolió. Le dolió la palabra que salió de la boca del castaño. Esa palabra que, a pesar de que ya se acostumbró a oírla, le sigue dando náuseas.

- Basura.

BODY DYSMORPHIC [kookmin]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora