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domingo, 2006

Los gritos se intensificaban cada vez más y el pobre chico sentía que su garganta le ardía como el demonio.

Cerraba sus ojos con fuerza, mientras que sus lágrimas humedecían sus mejillas.

Su tía esperaba fuera de la habitación, hasta que su sobrino gastara todas sus energías para poder entrar y consolarlo.

Era una situación muy frecuente.

Jimin gritaba y destrozaba su habitación, luego se echaba a llorar en los brazos de su única familia.

Ahora mismo, se miraba en un espejo con asco. Las manchas ya no estaban.

Pero, ahora, veía cuán horrible eran sus ojos.

Y las gigantescas ganas que tenía de morir.

BODY DYSMORPHIC [kookmin]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora