The True

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Llevaba días encerrada con ellos, esperando un "Lo encontramos" cosa que no había pasado. Espio se mantenía enfrente de la computador y Charmy se le miraba volando con papeles de un lado a otro, realmente no estaba segura si estaba ayudando en algo o sólo quería sentirse útil.

–¿Cuánto más falta?– preguntó Amy impaciente.

–Parece como si el erizo hubiera desaparecido de la faz de la tierra.

–Tal vez sabe que lo estamos buscando y se escondió– dijo Charmy con aquellos papeles que traía y llevaba.

–No... él no es así– contestó ella.

–Pareces conocerlo bien– dijo Espio viéndola de reojo.

–...Podría decirse.

Esas últimas dos semanas su ser había sido alimentado con resentimiento, odio y tristeza, eran los únicos sentimientos que podían impedir que en algún momento se arrepintiera de su decisión, y claro estaba, que sintiera la ausencia de su compañero.

–Yo creo que deberías de descansar, no has dormido casi nada– sugirió Espio. Cambiando de tema.

–No... No descansaré hasta encontrarlo y vengar la muerte de Knuckles– replicó con rencor en su voz y lágrimas en sus ojos.

–Sí, pero... ¿Uh?

–¿Qué sucede?

–Creo que por fin encontré al erizo azul– dijo con una sonrisa de triunfo.

Amy se paró del sillón en el cual estaba recostada y se acercó al monitor, allí, pudo ver varias de las cámaras que habían por toda la ciudad, para controlar el exceso de velocidad en donde las capturas de un rayo azul se miraba en una ruta definida.

–Creo que salió de su escondite.

–¿Adónde se dirige?– preguntó Amy.

–No estoy seguro– respondió tecleando –, pero parece que está yendo a las diferentes estaciones de policías de la ciudad.

–"Me busca"– pensó de golpe –¿Ha pasado por la número 0478?

–No, pero no tardará en llegar.

–Entonces es mejor no hacerlo esperar– dijo cargando su arma –Es hora de vernos por una última vez.

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Caminaba hacia la comisaría, quería saber si la gata lila había regresado a su hogar y así, terminar con aquella misión de una vez por todas y cobrar su esmeralda caos.

–"Espero que Tails ya haya preparado mi esmeralda" pensó Dalia mientras caminaba por la ciudad desinteresadamente, hasta que escuchó algo que le pareció extraño:

–Objetivo localizado, blanco en la mira.

Se volteó confundida para reconocer a alguien familiar –... ¿Sonic?– inquirió por lo bajo. O eso pensó hasta que la luz reflectó sobre éste, revelando su verdadera identidad. Un robot, uno muy parecido a Sonic. Dalia escuchó un sonido familiar, observando cómo aquel erizo metálico levantaba uno de sus brazos para así convertirlo en un arma láser, la cual cargó rápidamente. –¡Demonios!– saltando a un lado para escuchar una explosión de automóvil al recibir el impacto del láser, haciendo que ella cayera al suelo por la fuerza de las llamaradas.

Dalia se levantó lo más rápido que pudo para buscar algún refugio de su atacante hasta que lo vio de pie frente a ella, de nuevo, apuntándole.

In the Eyes of a MurdererDonde viven las historias. Descúbrelo ahora