La Pelea Parte III: La Derroca de un Imperio

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Vieron al erizo metálico y en el acto los tres erizos se pusieron en posición de ataque.

–Él es fuerte– habló Silver –, pero no es tan rápido.

–Entonces creo que ya perdió toda oportunidad– sonrió el erizo azul.

Amy se quedó petrificada al ver aquel erizo metálico frente a ellos. Entonces se dio cuenta de que lo Dalia le había dicho en ese momento había sido verdad, había sido él. Aún recordaba tan vívidamente aquel momento, la mirada vacía en su rostro y como el último suspiro fue robado de su ser. Todavía recordaba aquella silueta, aquella voz que ahora acaba de escuchar nuevamente... había sido él. Lágrimas que brotaban de sus ojos casi inconscientemente, al revivir aquel suceso. Movió lentamente su mano donde yacía la funda de su pistola, se vengaría por lo que le había hecho a Knuckles, pero antes de que pudiera terminar de desenfundar vio lo que parecía un tornado pequeño atacar violentamente a Metal Sonic. Era Rouge.

Shadow vio como el erizo metálico chocaba fuertemente contra una de las paredes de aquella estación antigua. Dirigió su mirada hacia Rouge, quien tenía en su mirada una ira incontenible, haciéndolo estremecer. Él era uno de los más peligrosos asesinos del lugar, pero ni siquiera alguien como él se atrevería en ese momento a luchar contra ella. Dirigió su mirada nuevamente hacia donde aquel erizo metálico había caído y notó que aquellas frágiles y viejas paredes eran únicamente una fachada para lo que se escondía detrás de éstas. Al ponerse Metal Sonic de pie las paredes de concreto colapsaron y detrás de éstas se dejó ver una reluciente pared de acero, una entrada potencial.

–¡Podemos entrar por ahí!– señaló el erizo plateado, pero antes de que alguien pudiera responderle Metal Sonic disparó de nuevamente. Los disparos chocaban contras las frágiles paredes provocando que escombros cayeran sobre ellos, buscando así un refugio dentro de un vagón abandonado.

Se escuchaba el acero del vagón retorcerse y debilitarse ante los disparos, no aguantaría mucho más.

–Para poder entrar necesitamos acabar con él primero– habló Sonic.

–Vayan ustedes, yo me encargaré de él– indicó Rouge con aquella mirada estoica.

–¿Acaso estás loca?– cuestionó Shadow incrédulo –Él es una combinación de los mejores asesinos aquí presentes, te hará pedazos.

–Él es a quien yo buscaba– explicó –Tú ve y encuentra a quien buscas.

–¿Acaso no escuchaste lo que dije?– inquirió molesto el erizo negro –Él es...

–Además– interrumpió Amy –, no estará sola, porque yo estaré con ella– dijo cargando su arma.

Sonic se alarmó al escuchar eso. La sujetó de los hombros viéndola consternado ante sus planes –No, no puedes...

–Vine a vengar la muerte de mi compañero– le recordó ella viéndolo decididamente –Esta es mi misión... tú ve y cumple la tuya.

Por más que quisiera quedarse con ella y protegerla de aquel erizo metálico sabía que no podía. Cada uno de ellos tenía sus propios motivos por los cuales habían ido, y ese era el de ella. Sonic asintió con la cabeza con cierta tristeza.

–Regresaré tan pronto como pueda– murmuró cabizbaja.

–Esperare por ti– le sonrió en un intento de tranquilizarlo.

Sonic observó aquellas mejillas sucias y dulce sonrisa brillar entre el caos. Sus mejillas se sonrojaron ante lo que él observaba, la dulzura que lo había enamorado podía florecer incluso en la adversidad. Aquel conmovedor momento entre ambos erizos fue interrumpido al ver como el vagón que los resguardaba se hacía pedazos, provocando que todos se alejaran para no ser lastimados por los pedazos oxidados de acero que volaban en todas direcciones.

In the Eyes of a MurdererDonde viven las historias. Descúbrelo ahora