Habitación 16

Capítulo 19

Me quedo en la tina por lo que parecen horas, solo mirado la blanca pared frente a mí. Cada centímetro de mi cuerpo duele. Al llegar me di cuenta que mi frente ardía por la enorme herida que tengo. No sé cómo explicaré mañana porque mi cara de pronto tiene una contusión. La verdad no creo que el maquillaje pueda cubrir algo como esto. Gracias a dios es invierno, porque todas las heridas y moretones que tengo en el resto de mi cuerpo serían casi imposibles de cubrir.

Veo mi cuerpo magullado bajo el agua y me encojo recordando todo lo que pasó. No puedo creer lo que Alex me hizo. Él me hirió a propósito, aun cuando prometió que no lo haría. Me siento traicionada y creo que tiene mucho que ver con la forma en que me siento por él. Sé que tenemos una extraña conexión, una que parece necesitada, casi obsesiva. Quizás es por eso que su mentira me duele aún más.

No puedo evitar pensar en lo que sabe ahora de mí. Si él estaba controlando mi mente, entonces sabe que lo vi como uno de mis más grandes y profundos deseos. Él no puso eso en mi mente. Lo sé porque en lo más profundo de mí, sé que es cierto. Alex se metió dentro de mi piel con una simple sonrisa y oscura mirada.

Me salgo de la tina cuando el agua se pone helada y mi piel se encuentra arrugada. Sin ánimos de nada me acuesto con la bata que tengo puesta. Mi piel y me cabello están mojados pero no me importa. Nada podría afectarme en este momento.

***

Siento calor recorrer mi piel, pero es una sensación cálida y acogedora. Como si el sol me estuviera acariciando. Deja una manta de alivio por cada centímetro de mi piel. Me siento tan cómoda y feliz. Como si estuviera envuelta en la más suavecita y acolchada manta. Sonrío, deseando que esta sensación no acabe nunca.

El calor sube hasta mi frente y se queda ahí por unos segundos, siento una mano acariciarme y casi hechizada por la sensación mis ojos se abren solo para encontrar a Alex inclinado hacia mí, con una mano en mi frente.

―¿Alex? ―Susurro.

―Shhh, vuelve a dormir flor. ―Su voz tiene ese cálido tono. ―Todo va a estar bien.

Cierro mis ojos siguiendo su voz. Lo siento inclinar su rostro cerca del mío y sonrío dentro de mi burbuja de felicidad.

―Perdóname Lucy. ―Murmura en mi oído. Sus labios presionan el más dulce y suave beso bajo el lóbulo de mi oreja y no quiero nada más que estirar mis brazos y atraerlo hacia mí. Pero antes de poder intentarlo siento como me vuelvo a sumergir en un tranquilo sueño. Uno en el cual todo está bien.

***

Cuando despierto a la mañana siguiente me siento excelente. Me estiro como si no lo hubiera hecho en años y mis músculos se sienten relajados y listos para comenzar el día.

Hasta que recuerdo todo lo que sucedió ayer. De inmediato reviso mis brazos para verificar que tan mal se ven las heridas, pero me llevo la sorpresa de mi vida cuando lo único que encuentro es pálida piel blanca. ¿Qué demonios? Levanto las mantas y observo mis piernas, pero tampoco hay ninguna herida ahí. Por primera vez noto que mi espalda tampoco duele. Me llevo la mano a la frente sabiendo que había una bastante fea herida ahí pero no siento nada.

Me paro como un rayo de mi cama y corro al baño a mirarme en el espejo. Efectivamente, no hay nada en mi frente. Es como si mágicamente todas mis heridas hubiesen sanado durante la noche. ¿Pero cómo....? Perdóname Lucy, la voz de Alex suena en mi mente.

¿Alex estuvo aquí anoche? Pero creí que había sido un sueño. Eso significa que él me curó. Verdaderamente él curó mis heridas. Recuerdo cuando lo dijo en el bosque pero estaba tan molesta que ni siquiera tomé en serio lo que estaba diciendo. Esto es de locos, el chico primero provoca que casi muera en manos de una bestia mutante y luego sana mis heridas como si fuera un maldito ángel. Quizás es uno....