Habitación 16

Capítulo 15

Mientras hago el camino de vuelta a casa mi cabeza pareciera dar vueltas, mis pies me guían pero la verdad no me interesa hacia donde estoy yendo. Todo parece tan insignificante ahora que Alex me contó lo que según él está ocurriendo. Aun me siento escéptica y es que todo lo que me dijo no es algo que simplemente pueda aceptar como la verdad absoluta, todo es tan nuevo y confuso para mí.

Mientras camino a paso de tortuga recuerdo algo que me quedo dando vueltas en la cabeza. Luego de que viera mi sorprendida reacción al nombrar la "Habitación 16" él simplemente dijo que sería mejor que habláramos mañana cuando mi cabeza estuviera más despejada. No le comenté nada sobre aquel particular cuarto que se ha aparecido en mis sueños por meses, sin embargo lo único que logre preguntar fue:

―¿Por qué soy la única que puede ayudarlo?

―Porque eres especial Lucy. ―Dijo él. ―Tu alma es pura y eso es muy difícil de encontrar.

Luego simplemente me llevó a la puerta y me indicó otra puerta oculta la cual llevaba al bosque, lo miré una última vez antes de desaparecer detrás de los árboles. Su mirada era intensa y en ese momento, mientras esos ojos negros intentaban atravesar mi alma, sentí en lo más profundo de mí que había mucho que Alex no me estaba diciendo.

Cuando llego a casa mamá está en la cocina preparando algo.

―Hola cariño, ¿Cómo estuvo tu día? ―Pregunta limpiándose las manos en un paño.

―Normal. ―De todas la palabras que pude haber dicho elijo la más alejada de la realidad.

Me dirijo al fregadero a servirme un vaso de agua, mamá continúa haciendo lo que sea que esté haciendo y de pronto recuerdo que ella usualmente llega del trabajo más tarde.

―¿No deberías estar en tu trabajo? ―Miro su bonito rostro mientras sus ojos se elevan a los míos.

―Sí, pero pedí la tarde libre para pasar tiempo contigo. Veo que aún no has notado lo que estoy preparando.

Miro sus manos en la masa y los ingredientes alrededor de la mesa. ―¿Tarta de durazno?

Su sonrisa es cálida. ―Sí, tu favorita.

Mientras la observo me permito pensar en lo diferente que parece mi vida. Como los pequeños detalles me hacían sentir segura y cálida por dentro. Solo ver a mamá preparando mi postre favorito, lo que sin duda parece un gesto tan trivial, desata algo en mí. Después del perturbador día que tuve, más bien meses, saber que mamá aún está aquí ajena a todo, ignorante de todo, viviendo en la oscuridad de la luz que parece rodearme, me hace sentir vulnerable no por mí sino por ella.

Mamá no debe saber lo del accidente de papá y planeo mantenerlo así, no es como si pudiese explicarlo lógicamente para que tenga sentido para ella de todos modos. Y en ese momento, mientras la miro, siendo la mejor mamá que puede ser, me doy cuenta que tengo que protegerla. No permitiré que nada la dañe, ni siquiera el recuerdo del hombre que amo durante tantos años de su vida.

No creo tener más opción que confiar en Alex. Y eso es lo que más me asusta.

Aquella noche, luego de meses, no sueño absolutamente nada.

***

La mañana del martes llego al instituto sin verdaderamente saber cómo actuar. Tengo un millón de preguntas en mi cabeza y un deseo incontrolable de hablar con Alex para solicitar respuestas. También necesito hablar con las gemelas, sé que Alex dijo que no debía confiar en ella y a pesar de que sé que me han mentido muchísimo necesito saber que las motivó. Si me quisieran hacer daño ya lo habrían hecho ¿Verdad?