Capítulo 18

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Unos minutos después me encuentro saliendo de la casa con el corazón en la garganta y la mirada baja. No logro entender que fue lo que sucedió en mi habitación. Sentí extrañas emociones y Alex dijo cosas que no parecen ser reales teniendo en cuenta que nos conocemos hace tan poco. ¿Olvidaste que él no es del todo normal?

Bajo los escalones de la entrada, Alex está dándome la espalda. No se encuentra con el uniforme, anda todo de negro como es habitual. Me quedo a un par de metros sin saber que decir. Me abrazo, sintiéndome fría por dentro. Demonios, ¿Qué se supone que diga? "Hey ese momento que compartimos en mi habitación fue lo mejor que me ha pasado en la vida, oh y a propósito creo que mis huesos duelen por ti, literalmente"

―¿Estás lista? ―Me sorprende de pronto su voz y elevo la mirada para darme cuenta que se encuentra frente a mí con una máscara de seriedad en su rostro.

―Supongo. ―Susurro. ―¿Qué vamos hacer? ―Pregunto cunado lo veo comenzar a caminar.

―Tú solo sígueme Lucy. ―Se limita a decir. Miro hacia mi casa preguntándome si esto es una buena idea después de todo. Unos segundos después Alex ya se está perdiendo en el bosque y antes de darme cuenta lo estoy siguiendo. El cielo está gris y una leve niebla nos rodea. Me mantengo detrás de él sabiendo que en estos momentos ninguno de los dos quiere referirse a lo que ocurrió.

Camino casi un metro detrás de él observando su abrigo oscuro cubrir su amplia espalda. Me abrazo a mí misma cuando siento un frío estremecedor, quizás debería haberme puesto algo más abrigado que un simple polerón. La luz del día cada vez es menos y la verdad siento miedo para cuando la oscuridad nos rodee. ¿Hacia dónde vamos de todos modos? Ni siquiera estoy segura de lo que vamos a hacer. ¿Me va a contar más cosas? ¿Me dará una lección de defensa personal? Eso tiene sentido, él dijo que tenía que cuidarme de lo que sea que habita en la habitación 16.

Cuando levanto la mirada de mis pies en movimiento me doy cuenta de dos cosas. La primera la oscuridad se encuentra por todas partes, niebla la acompaña y ni luna ni estrellas hay en el cielo. La segunda cosa es que Alex no está en ninguna parte.

―¿Alex? ―Mi voz tiembla, no sé si es por el frío o por el miedo.

Miro hacia todos lados buscando su rastro pero Alex parece haberse esfumado. Me comienza a entrar el pánico. Él no me dejaría en medio del bosque sola ¿verdad? ¿Y cómo demonios desapareció tan rápido? Miré al suelo como por dos segundos y lo siguiente que sé es que no se encuentra en ninguna parte.

Okey, creo que lo mejor en este momento es mantener la calma. Me concentro en volver a casa, ya que al parecer Alex decidió que sería entretenido solo abandonarme en medio de un bosque. Me abrazo a mí misma y me guío por mis propias pisadas, no caminamos por tanto tiempo, no debo estar tan alejada de casa.

He dado un par de pasos cuando creo escuchar algo. Mierda. Me detengo con el corazón en la garganta, pero lo único que se escucha es mi agitada respiración. Debo estar imaginando cosas, me apresuro en la oscuridad tratando de ignorar lo aterradora que se ven las ramas de los árboles.

―Lucy. ―Un susurro. Justo en mi oído.

Me detengo con los ojos muy abiertos. Eso de seguro no lo imaginé.

Me doy vuelta buscando el origen de la voz pero por supuesto no hay nadie conmigo.

―Lucy. ―A mi derecha.

―Por aquí. ―A mi izquierda.

―Así que tienes ganas de jugar. ―Dice una de las voces poniéndome la piel de gallina cuando ríe estruendosamente.

Habitación 16Donde viven las historias. Descúbrelo ahora