Somos iguales

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Narra Kim:

Un fuerte ruido proviniente de la sala me despertó. Mire a mi lado y Nam no estaba por lo que me puse mis sandalias y sali del cuarto en silencio.

-¡No voy a permitir que la veas! ¡Por tu culpa ella está en el hospital!-

Me asuste y mucho. Mamá parecia una tigresa peleando con ese señor mientras papá la sostenia de la cintura para evitar que se le asercara. Papá estaba completamente serio, se notaba que trataba de controlarce por mamá y Nam estaba sentado a un lado con su rostro calmado, aunque por como juega con sus manos puedo desifrar que tambien se está controlando.

-Solo pido una oportunidad. ¿Eso es difícil?- Mamá rió con ironía.

-No me vengas otra vez con "oportunidad". Sabes bien que no pides eso. Largate antes de que te saque yo.-

Papá cada vez ejercia más fuerza porque mamá ya no se podia controlar.

-De acuerdo. El hospital es público, ¿Cierto?-

Eso si que no, pense.

-Ni se te ocurra.- Le advirtió mamá.

-No me lo puedes impedir.-

-¡No lo haras!- Grité bajando las escaleras a gran velocidad. Si me caigo o tropiezo no me importa.

Al llegar al lado de mamá, Nam se posicionó a mi lado.

-¿No te sientes avergonzado? ¿Con que cara sigues insistiendo? Ya has hecho mucho daño, ¿Cuánto más quieres hacer? Soo Rim te odia, no quiere saber de ti. Lo ha dejado muy claro. ¿Pretendes remendar todos estos años? ¿Pretendes actuar como si nada paso? No seas tan descarado y largate por donde mismo viniste porque aquí no eres bienvenido.-

Ahora era yo la que estaba siendo aguantada por la cintura. Me sentia presa por lo que saque con cuidado la mano de Nam y la uni con la mia dandole a entender que no pretendia acercarme a él.

-Ustedes no me pueden impedir ver a mi hija, tengo derecho por ser su padre.-

-Un "padre" entre comillas, porque todos sabemos que no lo eres.- Aclaré y ví cuando la furia se posiciono en sus ojos por lo que Nam puso su otra mano en su bolcillo.

Un movimiento hacia mi y el señor este terminara destrozado.

-No pienso perder mi tiempo con ustedes y quieran o no ire a ver a mi hija.-

Dicho eso dio media vuelta y salió de la casa. Quise seguirlo y golpearlo, pero está claro que solo lograre que Nam pelee y no quiero eso.

-¿Mamá estas bien?- Le pregunte volteando a verla y ella asintió.

Podia ver el corage en sus ojos.

-¿Quieres desayunar?- Negué. -Esta bien entonces. Ire a cambiarme porque ni loca dejare que ese ridículo se acerque a Soo Rim.- Asentí y papá la acompaño a su cuarto.

Me sentia tan mal. Ella en ese estado no se puede alterar y este señor es tan inútil que hace que se altere.

Me quede viendola subir las escaleras con papá y sentí unas manos acariciar mis brazos para luego darme un cálido abrazo por detrás.

-Es frustrante.- Confecé con mi tono de voz un poco apagado.

-Lo se. ¿Tu corazón está bien?-

-No. Corre como si se quisiera salir de mi pecho y las hormiguitas lo acompañan. ¿El tuyo está bien?-

-Esta mejor.- Respondió dandome un beso en la mejilla. -Vete a cambiar. Aunque la pijama te queda sexy, no me gustó para nada que ese señor te viera y tampoco pretendo que otro lo haga.-

"Marcando Territorio"Donde viven las historias. Descúbrelo ahora