Camping 3-2

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-¿Estas bien Soo Rim?- Le preguntó Zea algo preocupada.

Desde que Soo Rim habló con su verdadero padre y éste se fue, ella ah estado actuando extraña. Ahora se encontraban en su caseta, Ha Jae estaba entre dormida y despierta mientras Kim estaba afuera jugando juegos de mesa con su padre.

-Estoy bien.- Le respondió tranquila, pero con seriedad.

Obviamente no estaba bien. Ha Jae suspiró cansada.

-Habla antes de que me enoje.- Pidió aún con sus ojos cerrados.

-Ya dije que estoy bien.-

-¡Dios!- Ambas dieron un pequeño salto por el repentino grito de Ha Jae quien fulminó con su mirada a la pequeña Soo Rim. -Desde que terminaste de hablar con él has estado sin ánimos. Finges recoger tu ropa y ni siquiera has salido a tomar aire fresco. Tu voz es calmada, pero te conosco, tu seriedad es un llamado de emergencia para mi. Incluso Zea que apenas te conoce se ha dado cuenta.-

Soo Rim se quedó viendola. Estaba comenzando a enojarce con ella.

-Me conoces bien, es por eso que deberias dejar de insistir. No quiero hablar del tema por ahora.- En ningún momento quitó su tono de voz tranquilo al igual que su rostro.

-Al menos sal a tomar aire.- Le pidió dandole la espalda volviendo a cerrar sus ojos.

...

La veo salir de la caseta directo al lugar más solitario de todo el camping. El lugar donde antes estaba Hoseok admirando las estrellas, pero en lugar de verla hacer lo mismo, lo que veo es su cabeza ser extrellada con sus rodillas de forma lenta. Debe de estar estresada por no encontrar alguna respuesta a sus preguntas que ni siquiera sé cuales son, pero sé que tiene muchas rondando por su cabeza.

Una idea me llega a la mente, sonrio y me voy directo a su caseta. Zea me mira algo insegura y un poco nerviosa, Ha Jae está dormida. Le sonrio dandole a entender que no pasa nada y tomo lo que necesito para luego irme a sentar al lado de mi chica. Sin decirle nada le entrego su objeto más preciado, su guitarra.

La veo sonreirme, conosco esa sonrisa. Me está agradeciendo en silencio y al pasar los segundos el sonido de su guitarra inunda mis oidos.

-Me odio ahora, odio la menera en que me siento. En algún punto mi corazón dejó de sentir, ¡eh! Ódiame ahora, desearía que te detuvieras y no me miraras en la manera que lo haces. Quiero que este amor se acabe. Baby, dices abiertamente que me amas, quiero decirlo también. No, no, no. Cuando tiernamente me miras ¿Sabes que ya se acabó? ¡Perdón! ¿Cómo puedo decir...? Donde quiera que estemos juntos aun te sientes feliz. ¿Cómo puedo decir...? Que mi corazón ya se ha ido, no puedo decir encobtrar las palabras, oh ¿Cómo puedo decir...?-

Conocía a la perfección esa canción. La canta siempre que está confundida por lo que me da la razón de todo lo que pienso. Está buscando la respuesta correcta a sus preguntas y por ende, también la desición correcta. Eso me preocupa porque no sé lo que piensa y me atemoriza que sea algo fuerte.

...

Xero los veia desde lejos. A pesar de que estaba triste por su amiga, sonreia al ver lo protector que era Jungkook con ella.

-Ya no me necesitas.- Sonrió de lado al decirlo.

-Aun así sabes que siempre serás su amigo.- Le dijo Sanwong entregandole una lata de refresco.

"Marcando Territorio"Donde viven las historias. Descúbrelo ahora