– Vamos Bitchy, déjame probarte –rió y se acercó a su cuello.
– Laito-kun –comenzó a forcejear.
– Nfu~ Tranquila Bitchy, va a gustarte –lamió su cuello.
– Laito –regañó una voz masculina.
Ambos miraron al dueño de aquella voz, este era Reiji. Laito soltó a la chica; Tn suspiró aliviada y acomodó su ropa.
– Moo~ Reiji-san, arruinaste mi diversión –se quejó.
– Haz ese tipo de cosas en tu cuarto por favor –pidió, acomodando sus lentes. Miró a la contraria.– Tn, ¿Me permites hablar contigo un momento?
– Por supuesto –miró a Laito.– Con permiso.
Reiji y Tn fueron al cuarto del de lentes y se sentaron en los sofás. Él sirvió té y le ofreció a la chica, ella aceptó.
– Dime Reiji-san –bebió el té.– ¿Qué asunto querías tratar conmigo?
– Me enteré lo que sucedió en la escuela con los trillizos.
– El incidente del susurró que nunca se dijo y la mujer que la susurrante no conoce, ¿Es eso?
– Exactamente. ¿De verdad dijiste ese nombre?
– No lo hice. Y reitero que no sé quién es la tal Cordelia –bebió.
– ...Comprendo –bebió su té.
– ¿Puedo preguntar quién es ella?
– ...Ese tema es algo que mejor deberías tratar con ellos.
– ...Entiendo. De acuerdo – bebió.
– Por cierto, me gustan tus modales. Son excelentes.
– Gracias –sonrió y terminó su té.– ¿Hay algún asunto más que necesites tratar conmigo, Reiji-san?
– Nada, puedes irte.
– Está bien –dejó la taza en la mesa de café.– Gracias por el té –se levantó e hizo una reverencia.– Con permiso.
En cuanto ella se fue, Reiji suspiró y le dio un sorbo a su té. No creía en lo absoluto en las respuestas de aquella joven.
Tn salió de la habitación del de lentes y fue al jardín de rosas, para observar aquellas flores de pétalos rojos como la sangre que tanto le gustaban.
– Tn-san –llamó alguien tras ella.
Ella se giró, encontrándose con el ojilila del oso mirándola con seriedad.
– Dime, Kanato-kun.
– Por favor, toma algunas de esas rosas y acompáñame –pidió.– Quiero mostrarte algo.
– Claro –asintió.
Tn tomó unas rosas formando un ramo, y luego siguió a Kanato hasta lo que parecía ser un lúgubre cementerio que la mansión tenía. Ella dejó el ramo sobre la tumba que el contrario le indicó.
– Es la tumba de mi madre.
La chica abrió los ojos con algo de sorpresa, observando el nombre grabado en la lápida.
«Con que es esta...la tumba de Cordelia...», pensó. Suspiró y regresó su mirada al pelilila.
– Lo siento.
– No importa. Yo la maté –sonrió.
– ...Ya veo –miró la tumba.– ¿Puedo preguntar...por qué me trajiste aquí, Kanato-kun?
– ¿No te gusta? A mí me encanta la oscuridad y el olor a muerte de los que están colmados en los cementerios. Son fríos y silenciosos...Aquí no existe el miedo.
– Lo sé –sonrió.– También me gustan los cementerios.
Tn comenzó a moverse entre las tumbas, pasando sus delicadas manos por las frías lápidas. Kanato la observaba en silencio.
– Tu madre... ¿Fue asesinada por ustedes tres? –lo miró.
– ...Sí.
– Ya veo –se detuvo y miró la tumba con las rosas.
– Tú te pareces a ella.
– ¿Eh? –lo miró confusa.
– Cabello lila, ojos verdes, delgada con grandes pechos, y esa piel pálida y fría...Te pareces a mi madre...eres igual a ella... ¡Y eso me molesta! –gritó.
– ¿Eh? ¿A-A qué te refieres, Kanato-kun? –cuestionó.– No sabía cómo era tu madre, tampoco sabía que te recordaba a ella.
– Te pareces a ella, pero eres igual de tonta que Yui-san –se burló y rió.
– ...Kanato-kun... –murmuró.
Kanato se acercó a la chica, la empujó al suelo y se colocó sobre ella, posicionando sus brazos a los lados de su cabeza. Tn lo miró confusa.
– Kanato-kun.
– Cállate –ordenó.
El chico acercó su rostro al cuello de la fémina, pero esta levantó sus manos cubriéndole la boca; él frunció el ceño, tomó las manos de la chica y las acorraló contra el suelo.
– Cierto –sonrió con malicia.–, a las chicas hay que besarlas antes de darles placer, ¿Nee, Teddy? –preguntó a su oso.
Tn estaba algo confusa, a pesar de ser de su misma raza Laito y Kanato habían intentado morderla, y al parecer este último lo lograría. El chico miró los ojos esmeralda de su presa y acercó su rostro al de ella, besándola. La joven se sorprendió, dando un pequeño respingo. Él separó sus labios, le pasó una mano por el cabello para "hacerla sentir cómoda" y luego la mordió; ella soltó un pequeño quejido. Él bebió un poco de su sangre, probándola, y se detuvo algo sorprendido.
– Tu sangre...me recuerda a ella...a mi madre... –admitió.
– S-Será porque ambas somos vampiros.
– Es deliciosa –murmuró.
Kanato volvió a morder a la chica, esta vez en la clavícula, bebiendo más. Tn dejó escapar otro quejido de dolor y cerró los ojos, resistiéndose para no golpearlo.
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Lilith 🍎 Kanato Sakamaki
Fanfiction"Antes que Eva, estuvo Lilith". El plan de la "Manzana de Adan" de KarlHeinz se ve interrumpido por "Lilith". Tn es enviada a la mansión Sakamaki donde, sin saberlo, arruinará el plan de "Adan y Eva" de KarlHeinz. 💎 💎 💎 💎 💎 ⚠ "Diab...