🍎 XV 🍎

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Tn despertó, notando que estaba de nuevo en la habitación de Cordelia, durmiendo sobre aquel sofá. Había ocurrido otra vez. Se incorporó y su mirada se fijo en el vestido dentro de la vitrina. Frunció el ceño con confusión y suspiró.
No sabía que le ocurría mientras dormía, pero, en los últimos días, cada vez que lo hacía se despertaba allí, en ese cuarto y sobre aquel sofá. Por alguna razón se levantaba de la cama e iba hacia allí, rompía el candado de la puerta y se recostaba en el sofá que estaba al lado de aquella vitrina donde reposaba aquel vestido negro.

[Habitación de Reiji]

Tn entró a aquel cuarto, pues el chico la había citado; se sentó en el sofá y él sirvió el té para ambos, sentándose luego frente a ella. Reiji bebió y la miró.

– ¿Cómo es que puedes romper los candados? –cuestionó.

– No lo sé. Ni siquiera sé el porqué voy allí mientras duermo.

Él dejó la taza sobre la pequeña mesa y acomodó sus lentes.

– ¿Has vuelto a soñar con ella?

– No –bebió.– De hecho, no he soñado con nada desde aquella noche.

– Ya veo... –pensó un momento y suspiró.– Creo que, por ahora, lo único que queda por hacer es vigilarte mientras duermes.

– ¿Vigilarme? –cuestionó curiosa.

– Sí –tomó la taza y bebió.– Dormirás con alguien para que, cuando te levantes en las noches, te detengan.

– ...Está bien –accedió.– ¿Con quién debo dormir?

– Creo que...podría vigilarte yo. No quiero pedirle esto a alguno de mis hermanos, sería molesto porque empezarían a pedir favores y eso, y no estoy de humor para estar de sirvienta –acomodó sus lentes.

– Comprendo. De acuerdo –bebió.

– ¿Continuas sintiendo esos fuertes latidos? –bebió.

– No, han cesado ya –bebió.

– Bien –bebió.– Es todo. Puedes retirarte.

La chica terminó su té y dejó la taza sobre la mesa.

– Gracias por el té –se levantó.– Con permiso –hizo una reverencia.

Tn salió del cuarto de aquel, encontrándose fuera a Kanato.

– Kanato-kun –sonrió.

– ¿Qué te dijo? –preguntó serio.

En su voz y su mirada se notaba que estaba celoso.

– Que debo dormir con alguien para que me vigile en las noches, y así evitar que regrese al cuarto de Cordelia.

– ¿Dormir con alguien? ¿Con quién? –cuestionó, molestándose más.

– Con él. Reiji-san me vigilará.

– Me niego –dijo rápidamente.– ¡Me niego a que duermas con alguien más! ¡Tú sólo puedes dormir conmigo y Teddy! –gritó.

Ella frunció el ceño levemente; estaba segura de que aquellos gritos se oyeron por toda la mansión.

– Kanato-kun, tranquilízate –pidió.

– ¡No! ¡Tú no tienes permitido estar con alguien que no sea yo! ¡Mucho menos dormir con alguien más! ¡¿Quieres dejarnos solos a Teddy y a mí?! ¡¿Es eso?! ¡¿Por qué no me contestas?! –gritó histérico.

– ¡Kanato! –gritó.

Él calló, pero en su mirada se notaba su molestia; se encogió de hombros mientras apretaba al peluche entre sus brazos. Le había sorprendido el grito de la chica, pues ella no era de levantar la voz.

– Tranquilo. Hablaré con Reiji-san para decirle que dormiré contigo, que tú vas a vigilarme.

Lilith 🍎 Kanato SakamakiDonde viven las historias. Descúbrelo ahora