Capítulo 20: "Lágrimas de plata"

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GREY

Nos encontrábamos Silver, Soul, Luck y yo en mi habitación. Habíamos dormido todos muy bien y la historia de cómo Luck se le había confesado a Soul era algo que deseaba escuchar.

—¿Ansiosa? —asentí—. Bueno. Tú eres fanática de las historias románticas y todas esas cosas. No aseguro de que sea cien por ciento romántica, sin embargo espero que te guste.

Ella sonrió y se dispuso a contar una historia... que radicaba meses atrás.

FLASHBACK

Se encontraba en Celadon City, una joven de cabellos celeste pastel y ojos dorados caminando junto a su fiel Alakazam. Hace mucho tiempo no iba a la region de Kanto y los acontecimientos que estaban ocurriendo con el Team Rocket, su mejor amiga Grey y el Team Iron no la dejaban descansar y había sido asignada por Valy para investigar Celadon.

—Ha pasado mucho... tiempo desde que vine a esta región. Tantas aventuras, tantas experiencias... ¿te acuerdas Zam? —el Pokémon a su lado asintió—. Eras un pequeño Abra en ese entonces y recién te había capturado. Recuerdo que Luck me enseñó a entrenarte.

Al pensar en ese chico su rostro adoptó un tono más rojizo. Cuánto lo quería...

—Lo extraño, ¿sabes? Espero volverlo a ver algún día...

Suspiró. Estaba cansada y se sentó en una banca junto a su más fiel amigo Zam.

—A veces siento que estamos en el mismo lugar pero somos tan tontos que no nos damos cuenta.

Su compañero asintió alegre. Ver a su entrenadora feliz por tan solo un recuerdo le hacía sentir bien.

—Lo quiero mucho. Nunca antes había sentido algo parecido. Lo extraño y ansío verlo, pero detesto que sea tan presumido, patán y orgulloso. —suspira—. Aún así... aún así quiero abrazarlo, Zam. Quiero volver a estar junto a él... aunque sea una vez.

Mientras la joven de dorados ojos se quedaba dormida en el hombro de su Pokémon, un chico de gorra negra, cabello castaño y ojos morados caminaba junto a su Electrivire después de un largo viaje desde su ciudad natal, Kalos. El chico iba tomando de un refresco, admirando el ambiente y sonriendo ante los recuerdos inevitables que azotaban su cabeza.

—Este lugar si que no cambia, ¿eh? —sonríe—. Aquí fue cuando evolucionaste a Electabuzz, mi amigo. —el Pokémon asintió alegre—. Recuerdo que fue una batalla contra... contra Soul.

El joven suspiró.

—¿Qué estará haciendo ahora esa niña pequeña? —alza los ojos para contemplar el cielo de forma melancólica.

La extrañaba aunque fuesen pocas las posibilidades de admitirlo en frente de alguien. Esa joven tímida y nerviosa lo cautivó desde la primera batalla: con una gracia y estilo perfecto, una chica alegre que daba todo por su equipo.

—Bueno... —suspiró él—, supongo que solo es un amor... de viaje. Ya me olvidaré de ella, ¿no crees? —su Pokémon negó divertido y él comprendió. Era imposible olvidarse de esos ojos dorados y esa larga y sedosa cabellera celeste pastel—. Bueno, vayamos al centro comercial. ¡Debemos comprar algunas piedras evolutivas!

Pokémon II: Las maravillas de JohtoDonde viven las historias. Descúbrelo ahora